Close your eyes, I´ll be thinking of you.

Cierro los ojos y aquellos buenos recuerdos vinieron a mi mente. Los sonidos de la ciudad son una viva imagen de lo que siempre soñaste ser. Me concentro más y trato de buscar tu voz entre tanto murmullo.  De repente, no se como, pero ahí estas, frente a mi con esa sonrisa que siempre te caracterizo. Vistes la misma ropa que aquel día que yo dije adiós para ir a buscar mi sueño. Me tomas de la mano sin decir nada y comenzamos a caminar, aunque yo no siento que esto realmente este sucediendo no me importa estoy contigo nada malo puede sucederme. Caminamos y aquellas luces que un día nos cegaron ahora nos dejan ver  con claridad. Cruzamos la calle, los autos se detienen al vernos. Caminamos varias cuadras hasta llegar a ese parque donde nos conocimos, seguimos adelante hasta adentrarnos en el parque, ahí está nuestra banca favorita la única en el parque donde la brisa te acaricia y los rayos del sol solo te brindan calor. Nos sentamos y comienzas ha hablar, aún no has soltado mi mano. Me preguntas como he estado, que he estado haciendo estos últimos años, que si he encontrado a mi príncipe azul, que si aún te sigo amando. Yo trató de contestar pero tu me bombardeas con mas preguntas. Yo prefiero mejor guardar silencio y observar cada uno te tus movimientos, cada gesto, cada parpadeo; tu no paras de hablar. De repente miras tu reloj me miras a los ojos y me dices que es tarde, que tenemos mucho que ver aún. Yo no entiendo tu prisa pero te seguiré hasta el fin del mundo si eso te hace feliz. Aún sosteniendo mi mano comenzamos a caminar  fuera del parque. Cruzamos la calle y damos vuelta a la derecha, aún no reconozco el camino pero se nota que tienes más prisa de la que pensé. Por fin te detienes, me señalas una tienda en la otra acera, levantó la mirada y logró reconocerla, todos los días después de la escuela solíamos ir ahí por nuestro helado favorito. Tu señalas nuevamente y me preguntas si quiero uno, yo con gran entusiasmo afirmó y casi volando me llevas hasta allá. Entramos, no hay nadie de repente sale Maggie la dueña de la heladería y me da un cono sin que yo se lo pidiera, era como si ya nos estuviera esperando. Salimos de la heladería y por primera vez me dejaste hablar. Te cuento de mi vida en California y como extrañaba nuestras tardes por Nueva York. Te cuento sobre mis fotografías, mis exposiciones y mi nuevo trabajo como creadora de carteles para festivales. Te cuento que me enamore pero que no funcionó, lo volví a intentar y solo falle. Tú comienzas a secar las pequeñas lágrimas que se me escapan. Nunca creí que nuestro siguiente destino fuera mi casa. Llegamos y tú corriste hacia lo columpios que aún con el tiempo permanecían ahí. Comienzas que columpiarte y me invitas a hacer lo mismo, yo no tardó en aceptar y  subo en uno de ellos, tu te detienes y comienzas a columpiarme cada vez mas fuerte yo grito de emoción mientras tu te ríes de lo que llamas mis nervios. De repente una fuerte y fría brisa nos abraza, yo tiemblo y tu me abrazas, nos miramos a los ojos y puedo ver que tienes miedo, eso me preocupa, tu comienzas a acercarte cada vez mas a mi hasta que me besas, tus labios embonan perfecto en los míos, no logró comprender como perdí tan preciado tiempo de mi vida sin haberlos probado. Tu comienzas a abrazarme mas fuerte, como si te estuvieras aferrando a mi. Aprieto los ojos y trato de escuchar tu respiración pero solo escuchó murmullos. De la nada un fuerte estruendo se escucha a mi lado, abro los ojos y no estas ahí, miró a mi alrededor  y trato de encontrarte, no veo nada, solo una luz blanca que me cegá, creo que estoy muerta. De la nada una mano roza mi hombro y con voz tenue me pregunta si estoy bien. Miro a mi alrededor por no se que vez y comenzó a comprender las cosas, nunca estuviste ahí, todo fue producto de mi imaginación. Trato de buscar el causante de aquel horrible ruido que me despertó de mi maravilloso sueño, no veo nada, cuando volteo a mi derecha un par de carros acaban de chocar. Me sobresalto, están destrozados, no se si fue mi culpa. Me trato de acercar pero un paramédico me detiene. Me toman de la mano y me llevan a una ambulancia para checar mis signos vitales. A lo lejos veo como con dos sabanas tapan dos cuerpos que yacen ahora en el asfalto. Le pregunto al paramédico que sucedió. El solo me dice que estoy viva de milagro. No comprendo, que sucedió. De repente algo en el suelo llama mi atención. Como puedo me zafo del paramédico y corro hasta donde algo pequeño brilla. Me acerco y una brisa fría nuevamente me envuelve. Me agacho, y todo regresa a mi mente. He venido a una misa en tu honor, hace 3 años moriste y yo no pude estar ahí para despedirme. La semana pasada llego la invitación y decidí viajar hasta acá para darte mi adiós y pedirte perdón por abandonarme. Aquello que brillaba en el suelo era una cadena que yo te regale, como había llegado ahí era lo que no entendía. Una mujer se acerca a mi y me dice que yo tenia un ángel. De la nada tu rostro se poso en mis ojos. Tu eras mi ángel. Tu eras mi ángel de la guarda. Tu me habías salvado de morir. Tu me habías protegido con tu cálido abrazo de ser una de esas personas que yacen en el suelo cubiertas por una sabana. Una vez me lo dijiste, siempre estarías ahí para protegerme, ahora compruebo que tu promesa fue real. Una lágrima recorre mi cara. La señora que esta a mi lado me da un pañuelo, me seco las lágrimas que comienzan a asomarse. El paramédico me toma del brazo y nuevamente me lleva a la ambulancia. Me pregunta algunos datos y me recomienda ir al doctor, dice que estoy pálida. Yo solo asiento porque se que no lo haré.  Después de algunas otras preguntas me deja ir, tomo mi bolso y comienzo a caminar, no tengo rumbo, tal vez solo siga el viento, o tal vez solo cierra de nuevo los ojos para encontrarte en mis sueños.