A dos estaciones de nada.

Has pasado los últimos 2 años de tu vida con ella. Hoy han estado juntos por más de 9 horas y ya no soportar su voz, esa voz que te parece tan chillona, esa voz de la que ahora estas harto. Toman un tren, con dirección a ningún lado, ella lo ha escogido y prefieres no argumentar su destino, toman asiento, ella no para de hablar, es como un martillo en tu cabeza.

Una chica se sienta cerca de ustedes, los ve impaciente, pero después de un rato decide hablar, tu novia guarda silencio y escucha lo que la chica tiene que preguntar, quiere saber dónde bajar para llegar a la plaza central. Tu novia comienza a hablar, no crees soportarlo ni un segundo más, te pierdes, dejas que tu mente se vuelva hacia otra parte, te pierdes mirando a la gente, que sube, que baja, que no dice nada.

A lo lejos ves a una chica de cabello negro, la miras y ella te responde con una sonrisa, se acomoda el cabello, no sabes si la has incomodado o sólo intenta lucir coqueta. Es bonita, trae un par de gafas negras que te impiden ver sus ojos, pero eso la hace lucir misteriosa. Su rostro es perfecto, sus rasgos son finos y elegantes, le miras lo labios, su brillo es natural. Apartas la mirada por un momento y luego regresas, ella ha dejado de verte, ahora mira el mapa con las estaciones del tren, voltea y se percata de que la sigues mirando, ella sólo sonríe.

De repente sientes el tacto de una mano sobre tu pierna, es tu novia, el silencio desaparece y su voz chillona taladra tus oídos, has perdido la cuenta de las estaciones, el tren parece haberse detenido, la puerta se abre y tu chica de cabellos negros se levanta, te sonríe por ultima vez y sale del vagón. La chica que ha estado hablando con tu novia se levanta también, les agradece y procede a dejarlos, sale del tren.

Tu novia voltea verte, la miras y luego miras las puertas, aun abiertas, del tren. Lo piensas por un momento, pero ella comienza a hablar de algo que no parece tener sentido para ti, el pitido que anuncia que el tren esta a punto de partir, rompe tus nervios, mueves la mano de tu novia, te levantas y cruzas las puertas del vagón en el ultimo momento, las puertas se cierran, te quedas ahí parado y vez sorpresa reflejada en su cara, se levanta de su asiento y el tren parte, sólo te queda dedicarle una ultima sonrisa.

El tren se ha ido, miras hacia atrás, buscas a la chica de cabello negro, al parecer la has perdido, subes las escaleras corriendo, aun con la esperanza de volverla a ver, llegas a la entrada, ella esta parada en la esquina, mira su reloj impacientemente, te acercas rápidamente empujando a la gente que se cruza en tu camino, cuando estas a punto de llegar a ella, un chico de rostro familiar se acerca a ella y la abraza, se miran por un momento y luego la besa, tu corazón se detiene.

Das unos pasos hacia atrás y miras a la pareja, tratas de descifrar donde has visto a aquel chico y como un golpe en la cabeza la imagen llega a tu mente. Es el hermano de tu novia, o mejor dicho ex-novia, lo has visto en fotos y supones que en alguna reunión, una risa tonta sale de tu boca, das media vuelta y comienzas a caminar. Llegas a la otra esquina y la chica que hablaba con tu ex-novia esta ahí, parada esperando cruzar la calle, te acercas a ella y le dices que si quiere que la acompañes, ella se sorprende pero no parece negarse, el semáforo cambia a verde y los dos cruzan, le sonríes y ella te responde de la misma forma. Caminan y se alejan de la parada del tren, vuelves a sonreír y piensas que ese no era el final que esperabas, pero por lo menos es un nuevo comienzo el que te aguardaba.

FIN

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Nota: Quizá es la historia más trillada del mundo, pero me vino a la mente mientras viaja en el metro y vi una pareja de la cual, la única que habla era ella y él sólo se limitaba a ver a la gente. 

No viniste.


8:00 pm.
Después de darle vueltas a la mesa, peinar al perro sentada en el sillón frente al televisor, y leer todas las revistas habidas y por haber en esta casa, hay algo que me queda muy claro…no vas a aparecerte.

No se por qué siempre he tenido grandes expectativas sobre ti, si lo único que has hecho de un tiempo para acá es tirar el tonto castillo de ilusiones que hice pensando en ti…y aun cuando has actuado como un destructor total, se que en un día o dos, ese castillo volverá a construirse, quedará intacto, haré borrón y cuenta nueva, lo olvidaré todo.

No viniste. De seguro se te atravesó una emergencia, algo de vida o muerte…se cayó un avión frente a tu casa que te impidió venir, y avisarme! Claro…ha sido eso. O tal vez es que estoy distorsionando la realidad, creyendo que lo que tenemos tiene un futuro. No viniste hoy, y tampoco viniste hace una semana. ¿Qué diablos tenemos en la cabeza para creer que alguien nos quiere cuando nos demuestra todo lo contrario?...es que tienes una forma muy rara de quererme…pero me quieres, ¿Verdad?...

Me quieres, eso esta claro. Me quieres a ratos, como en sorbitos…me quieres cuando no tienes nada más que hacer. Me quieres en mitades, a la mitad del tiempo, pero yo insisto, voy contra la corriente, y no me importa. Mientras pueda, mientras siga sintiendo esto, voy a quererte a cucharadas grandes, de tiempo completo, entero…no me importa.

10:00 pm.

No viniste. ¿En serio me quieres?...me lo cuestiono mientras guardo los platos de la cena que quedaron intactos, desde hace rato me he quedado en un dialogo conmigo misma y solo puedo pensar en una respuesta negativa. “Estás mal si crees que querer a una persona significa romperla en pedacitos”. La frase viene a mi mente, y aunque al principio no tiene sentido, voy taladrandola muy dentro de mi cabeza y lo entiendo…llego a asimilar que no voy a lograr más, que esto decididamente tiene que terminar. Si…en cuanto te vea, te lo diré: Ya no más tú y yo…esto se acabó.

Apago las luces. Me meto a mi habitación, y me pongo la pijama. Entonces oigo el sonido de las llaves girando en la chapa de la puerta.

-Ya llegué, Julie…-gritas desde la puerta. Y ahí va todo lo que hace un momento pensé…directo a la basura. Corro, bajo las escaleras y estás ahí.
-La junta se alargó demasiado…de hecho no ha terminado, pero yo me salí…no podía seguir ahí, pensando que seguías esperándome en casa…-dices, y me das un beso en la frente, y luego uno en la boca. ¿Me quieres?...Si me quieres. De nuevo voy a meterme esa mentira en la cabeza. Tal vez hoy si pueda dormir tranquila. 

No viniste-Natalia Lafourcade

Wake Me Up When September Ends

Comienzo a creer que este inmenso hueco en mi pecho nunca volverá a llenarse, me siento confundida, me siento perdida, es como si la mitad de lo que alguna vez fui se hubiera esfumado con el tiempo. Quiero gritar, quiero llorar, quiero rendirme y dejar todo pasar. Cuando despierto pienso que quizá si hago algo bueno todo mejorará, pero solo me tropiezo con la noticia de todo sigue igual.

Tú por tu lado no dices nada, me sonríes, me mimas, pero no dices ni una palabra. Me aíslas, creas una burbuja de cristal, no me quieres preocupar pero comprendo la situación, no soy tan despistada como tu crees. Te miro todos lo días, se cuando algo te preocupa, se que no estas feliz, nadie lo esta últimamente.

Salgo de casa y veo a más gente, mi mente se despeja, platico, río y es como si mi vida fuera ideal. Después de regreso, viejos pensamientos me invaden, veo a la gente pasar, me hago una y otra vez las mismas preguntas; hoy te veré sonreír, hoy me dirás que tienes una buena noticia, hoy me dirás que todo termino.

Llego, tu sonrisa solo confirma lo falsa que es, no digo nada, sonrío, platicamos de tribialidades y luego me desaparezco, pienso en mil cosas y nunca llego a nada. Hoy llego de nuevo aquella carta, pronto tendrás que partir, lo veo en tu rostro. Me resigno, no digo nada y me encierro en mi mundo. No quiero verte partir, es mejor así, quizá de esa forma guarde la esperanza de algún día verte sonrió como lo hacías antes.

La guerra nos alcanzo, tomaste tus cosas, las empacaste y te fuiste sin despedir. Cerré lo ojos e imagine que seguías ahí con esa falsa sonrisa que pones para hacerme feliz. Te esperare hasta que regreses, con la esperanza de que será pronto, sin embargo aun no quiero despertar, quiero seguir soñando que todo es como cuando nuestra vida era normal.

FIN

You are a Goodbye.


Ella te amaba, y lo sabes.

Estuvo contigo cuando todo falló. Cuando las palabras te hacían falta ella te las regaló, cuando tu boca no podía emitir ni un sonido, te prestó la suya para poder hablar, para poder amar. Te mostró un camino luminoso, una salida a la cotidianeidad de tu vida, y cuando quisiste volar, te prestó sus alas, y corriendo detrás de ti, te dio un ligero empujón para que emprendieras el vuelo.

Te dio sus alas, y las rompiste.

No supiste ni cómo, ni cuando, salió dentro de ti ese pedazo de antimateria que comenzó a carcomérselo todo, que arrasó con el bosque de sus sonrisas, que fue rompiendo poco a poco todas las ideas magníficas que tenía sobre ti, y es entonces cuando recuerdas cuando ella te dijo que cuando estaba contigo, se sentía completa, se sentía feliz…y recuerdas también lo pleno que te hizo sentir que alguien más te necesitaba para funcionar, que requería de ti para existir.

Miras los rincones de tu casa, ahora medio vacía. La alberca ahora está llena de hojas, el jardín está seco, y hay vidrios rotos en la sala. La televisión dejó de funcionar y yace en el suelo, junto con la tierra de una maceta rota que antes contenía un puñado de flores amarillas que a ella le solían gustar. Te ríes mientras piensas que la casa, en el estado en el que está, es una perfecta representación de lo que es tu vida ahora. Y aprietas los puños, como si con eso pudieras evitar que todas las emociones se te vengan encima, que todas esas imágenes de ella en tu cabeza dejaran de hacer apariciones estelares en la marquesina de tu subconsciente.

Y ahí esta ella, gritando al lado de ti en un concierto, haciendo poses absurdas mientras se probaba un vestido que, aunque estaba fatal, en ella se veía hermoso, y sabes que aún puedes verla sentada al lado de ti en tu piano…callada, absorta en las notas que solían salir de tus manos…aun la sientes tras de ti en las escaleras…joder…aun puedes verla frente a ti…sus pecas, sus sutiles ojeras, su mirada juguetona. Y es entonces cuando decides añadir más destrucción a tu entorno, y tiras una a una las copas que alguna vez sirvieron para brindar por un futuro compartido, y tiras uno a uno los retratos que adornan las oscuras paredes de tu casa, pretendiendo que con eso, te olvides de su extraña magia, de su perversa sonrisa, que te olvides que fuiste tú, y nadie más que tú el que acabó, el que arrasó con cualquier trazo de amor a su paso…te sientes como aquella imagen de King Kong arrasando la ciudad. Un destructor, un completo aniquilador.


“We had the right love at the wrong time…” dice la notita encima del buró. Y la frase hizo exactamente lo mismo que aquella antimateria que logró salir de tus entrañas. Así como ella carcomió todo lo que quedaba de –Ella- ahora ella y sus palabras te carcomen a ti, el ciclo se perpetúa, se potencializa, y el daño que le hiciste se hace exponencial y tan solo de sentir lo mucho que te duele, sientes que no puedes ni mantenerte parado.

Ella es un adiós.

Los recuerdos vienen, los recuerdos van, y no puedes evitarlo. Y el tiempo va a pasar, y aunque pueden decirte que pasará, en este preciso momento no lo sabes, y no lo crees posible. Ella es un adiós, y todas las despedidas duelen. Adiós a sus brazos, adiós a sus arranques de locura, adiós a sus manos sobre las tuyas.

-No te vayas…por favor…-añadiste cual moribundo pidiendo su última voluntad.

Pero la suerte ya estaba echada, y sus maletas ya estaban en la puerta. Ella es un adiós,  ella es un adiós. Y así se quedará.

Met Before

El amanecer comienza a ponerse, subes a la azotea y parece no importante todo el desorden, vasos aplastados, el suelo mojado, la guitarra entre las macetas y los micrófonos en el suelo, caminas entre ellos y te sientas a la orilla de la azotea, contemplas como el solo comienza a salir, en la mano sostienes un cigarro, apenas y lo has probado. Miras a la calle, esta vacía, piensas en lo bien que se ve estando así. Te pierdes en la nada mientras flash backs de la noche anterior vienen a tu mente.

Eran las 10 de la noche, tu y algunas amigas subieron por las escaleras de aquel viejo edificio. Ahí lo viste por primera vez, sus miradas se cruzaron, sentiste aquello como un Deja Vu. Les preguntaste a tus amigas si lo conocían pero ellas negaron con la cabeza. Siguieron subiendo, cuando llegaron al octavo piso tocaste una puerta azul, alguien abrió, una chica de cabello lacio te abrazo, ambas rieron y te invito a pasar.Un chico en el bar te invito una copa, la aceptaste, alguien puso un poco de música, tu celular comenzó a sonar, saliste del apartamento y fuiste hasta donde el ruido te de dejara escuchar. Era tu hermano, quería saber como llegar a la fiesta, le diste la dirección y colgó. Unas ansias por fumar te invadieron, miraste en los bolsillos de tu pantalón, sólo había un billete de 5 dólares. Bajaste las escaleras y en la estrada lo volviste a ver, su mirada era como tan azul como el cielo, y tan profunda como el mar. Le sonreíste, y el respondio. Saliste a la calle. Respiraste profundo y recapitulaste el momento. De repente sentiste que lo conocías, buscaste en tus recuerdos pero nada parecía tener relación alguna. Caminaste hasta la tienda más cercana y compraste unos cigarros. Miraste a tu al rededor, varios carros se pasaron un alto. LLegaste hasta el edificio y comenzaste a subir las escaleras, la música te guió, la fiesta subió a la azotea.

Saliste, tus amigas te preguntaron a donde fuiste, no les contestaste, tu mira cruzo el lugar y lo hallaste, recargado en la pared tomando una cerveza, sus miradas se volvieron a cruzar, ambos sonrieron y el siguió platicando con la chica rubia que hasta ese momento te percataste que estaba ahí. Te acercaste a la dueña de la casa y le preguntaste por el, no lo reconoció. La noche transcurrió, bailaste con uno de tu amigos, fumaste un cigarro, tomaste una cerveza y luego llego tu hermano. Corriste a abrazarlo y luego te presento a su novia en turno. Sencilla la chica pensaste en tus adentros.

La noche paso, tu y aquel chico sólo se miraban desde cada extremo del lugar. Desviaste la mirada y te sentaste a la orilla de la azotea, miraste la ciudad llena de luces, pensaste en lo que bien que lucia así.Te perdiste en las luces y no te percataste en el momento en que se sentó junto a ti.

-Mi nombre es Damian.

Su voz fue como un susurro, imágenes vinieron a tu mente, preguntas llenaron tu boca. Lo habías visto antes, no sabías de donde pero esa voz ya la habías escuchado.

-(insertar nombre aquí) ¿Nos conocemos?

Soltaste la pregunta y te dejaste llevar por la respuesta. Se habían topado hace unas semanas, chocaron de camino a la sala 8 del cine. El traía una cámara y tú tu computadora morada. Se disculpo y siguió con su camino, ambos voltearon y sus miradas se cruzaron.

De la nada aquella imagen se coló en tu cabeza, como si fuera una película lo viste pasar frente a tus ojos. Te perdiste de nuevo en las luces, una voz femenina te interrumpió, le dijo que era hora de irse, él le dijo que lo esperara en la entrada. Saco un papel de su bolsillo y anoto algo, te lo dio y se levanto del suelo. Lo viste partir. El tiempo se paralizo. La imagen de aquel día se repetía una y otra vez en tu mente, no podías creer que lo habías olvidado. Te levantaste del suelo, tomaste tu cerveza y guardaste el papel que te había dado en tus bolsillos.

Suena un claxon, tu mente vuelve a la tierra, miras al rededor, no hay nada, solo estas tú y tu cigarro. Miras a la calle, los carros comienzan a llenar la ciudad, gente que corre, gente que grita, todo ha vuelto a la normalidad. De repente lo recuerdas, no has visto que trae el papel que te dio Damian, lo sacas de tu bolsillo y lo abres.

LLÁMAME

Su numero esta anotado en el pedazo de papel que sostienes en tu mano. Sacas tu celular y marcas, una voz suena del otro lado de la bocina, pero no es su voz, preguntas por él y te dicen que nadie lo conoce ahí. Te sorprendes, bajas las escaleras y sales a la calle. Miras a tu al rededor, de la nada una sombra llama tu atención, al otro lado de la calle esta Damian, cruzas, te acercas a el y lo saludas, él sólo se limita a decir...

-¿Nos conocemos?

FIN



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Inspirada en:

Met Before - Chairlift

También te estaba esperando.

Eres el veneno que me prohibieron tomar. Eres la muerte que siempre soñé saborear. Eres la noche y la luz de este corazón que no deja de palpitar. Eres mi mayor miedo en cada despertar. Recuerdo como mi hermana me lo advirtió, si jugaba con fuego me podía quemar, pero por ti valía la pena, aunque perdiera, en ese juego entrar.

El día que llegaste fue como si el mundo dejara de girar, al ver tu sonrisa malévola y tus ojos de ángel se me olvido respirar, quise decirlo todo pero al final no pude decir nada. Pasaste a un lado y me miraste por milésimas de segundos para después darme la espalda y dejarme como la mortal que era, pero sabia que eso no se podía quedar así, seria alguien en tu vida aunque en eso se fuera a la mía.
Por mucho tiempo te mire desde lejos, pensé que aprendiendo tus movimientos sabría como jugar mis cartas con acierto. Pero todo era en vano, cada día eras alguien diferente, un día te vi con una chica, parecían arder como el fuego, por segundos creí haberte perdido, pero tras un beso, volviste a ser mío. Jugaste con su corazón y luego la dejaste ir, quizá así serían las cosas contigo, quizá sólo jugarías conmigo y luego me dejarías ante un futuro incierto.

Cuando llego la oportunidad la tome, como decía mi padre, habría que tomar al toro por los cuernos. Te sentaste en mi mesa, pediste un whisky y me sonreíste, comenzaste a hablar conmigo, aunque tal parecía que hablabas contigo mismo. Después de varios whisky dejaste ver tus intenciones, pusiste tu mano en mi pierna y comenzaste a acariciarme. Sabia que tenia que parar si no quería salir lastimada, pero había esperado tanto tiempo por ese momento, que mis pasiones por ti, me permitieron seguir.

Sabia perfectamente lo que le esperaba a chicas como a mi, me acariciarías la cara, me mirarías a los ojos y después de entrar en mi, me darías un beso. Después te levantarías de la mesa dejándome ahí como si nada pasara, saldrías por la puerta y nunca más me volverías a dirigir la palabra. Pero por algún motivo no fue así. Te acercaste a mi y en voz baja como si fuera en secreto me lo confesaste, me habías observado desde hacia varias noches, la chica solitaria de la mesa del fondo. Te intrigaba sabe que esperaba, tomaste mi rostro entre tus manos y me besaste, el tiempo se detuvo, era mejor de lo que esperaba. Era como estar en el cielo pero arder en el infierno. Te alejaste, me miraste y de tus labios escuche lo que siempre espere, pero nunca imagine: También te estaba esperando.

Fue como si el mundo se tambaleara y yo estuviera al borde el. No podía creer lo que me decías, me aleje por un momento y luego te mire, busque una respuesta sensata en tu mirada y la encontré, decías la verdad, de alguna forma la decías. En un arrebato te bese, tu no te opusiste. Salimos del lugar y subimos a tu coche, no podíamos parar, me dijiste que habías soñado muchas veces este momento. Me sentí realizada, pese a los pronósticos del mundo yo había ganado, te tenía ahí para mi y eso era más de lo que podía pedir. Llegamos hasta un hotel y subimos hasta tu habitación, nos besamos todo el camino en el elevador. Sabia que cualquier cosa podría pasar, pero a tu lado el mundo podía esperar.

Las puertas del elevador se abrieron y fue como si el mundo se colapsara, mi hermana estaba ahí, frente a nosotros, tu te alejaste de mi y soltaste mi mano, en su rostro una sonrisa se dibujo: Te lo advertí, me dijo. No entendía lo que estaba sucediendo hasta que diste un paso y te paraste a un lado de ella, tomaste su mano y me miraste, sonreíste, dieron media vuelta y me dejaron como la mortal que era. Mis piernas se colapsaron y el suelo conoció mi pena, habías jugado conmigo y ella lo supo desde un principio. Me creaste un mundo en una noche y en segundos lo dejaste en la nada. Aquella noche estaba preparada para todo, menos para eso.

Han pasado unas semanas y es ahora a ella a la que has dejado, te vas del país, te vas de nuestras vidas, dejando un profunda herida en una familia. Si juegas con fuego te puedes quemar, me dijo una vez, pero lo que nunca supo fue que esas llamas también la podían alcanzar. Fuiste el veneno que me prohibieron tomar, fuiste la muerte que siempre soñé saborear, fuiste la noche y la luz de ese corazón que no deja de palpitar, fuiste el amor de mi vida y mi peor pesadilla.

FIN


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Bueno, hoy como que no quería hacer tarea y me salió esta historia...a ver que les parece. :D

Once I wanted to be the greatest...






Supongo que si tuviera un diagrama de transformaciones en mi vida sería un mapa caótico de todas las veces en que me hice pedacitos y volví a reconstruírme. Me siento como un cuadro de Picasso...pedacitos de diferentes colores y tamaños, que no necesariamente encajan a la perfección me conforman y ahora si puedo decir con toda seguridad que la chica de hace un año ya no vive aquí. Me dejó una caja de cartas, tres diarios y un montón de recortes de cosas que siempre quiso tener pero que siempre se quedaron en un tal vez. 


-Los seres humanos estamos en constante crísis- me dijo alguien muy sabio hace unos días, y yo no podía comprender la magnitud de la frase, aunque si podría afirmar que es verdad. En mi vida me había sucedido algo así...que las ideas se me escaparan de las manos como mantequilla y no volvieran. Vamos, siempre lo han hecho pero jamás para no volver. Miro mis propios ojos a través del espejo y pienso...-no hay vuelta atrás- Nos llenamos de tantas cosas en el viaje, que tiramos por descuido otras tantas, y vamos dejando otras olvidadas sin quererlo. 


Y es que hay tantas cosas que yo no quería perder...pero que al fin y al cabo se fueron...y tengo miedo de que no vuelvan.


Es como cuando alguien se va de tu vida o muere y vas olvidando sus detalles, su voz y lo importantes que fueron para tí...y creo que por ese miedo a olvidar documento todo lo que puedo, me apropio de pedacitos que significan algo para mi, para no olvidar los detalles, lo imprescindible...lo importante. 


Aunque hay un hueco. No hay coherencia entre mi corazón y mi cerebro, hay un hueco desde el principio de este año hasta acá en el que no he documentado nada, he dejado de escribir por mero gusto...y aunque he hecho algunas cosas, no se comparan con otros años en los que escribía hasta en servilletas. Y no...no quiero preguntarme qué fue lo que sucedió porque lo sé y yo sola me lo oculto...no te pasa que hay etapas de tu vida que quisieras omitir?.


No soy ni la mitad de la chica que conociste. Y no se si tomar eso para bien o para mal. Cambiamos, nos transformamos...y al final del día pase lo que pase sabes que tu escencia sigue ahí. 


Aunque esta vez es diferente. Existe un peligro. El miedo permanece. Soy yo?...soy yo?. Tengo que acostumbrarme a dejar de ver a la chica, sino a la mujer...y eso implica muchas cosas. -Ya no tengo diecisiete- Estoy en el principio de mis 21 años y nada es lo que parece. Solo queda el seguir...y sentirme a gusto con lo que veo, con lo que siento...adaptando todo a quien ahora soy y diciéndole adios a lo que no.