I Want Every Breath you Take.

El día que te vi por primera vez en esa revista fue como una revelación, eras perfecto y aunque mis amigos me tomaran de loca yo sabia que estabas hecho por los mismos dioses. Comencé a investigar sobre ti y sobre la banda en la que estabas. Compre discos, revistas, póster, todo lo que te pudieras imaginar, entre a un club y me volví tu fan numero uno. Un día por cuestiones de destino, digo yo, encontré la dirección de tu casa en Londres y decidí dar el siguiente paso. Al llegar a Londres tome un taxi y  pedí que me llevaran a la dirección señalada en mi libreta, no tarde mucho en llegar y fue cuando la vi. Tu casa era hermosa, estaba rodeada por enormes bardas pero aun se podía ver un poco de ella. También había árboles y un jardín hermoso. Creo que toda mi vida había imaginado vivir en una casa así. En aquel momento no supe que hacer, necesitaba algún lugar donde quedarme y así seguir con mi plan. Al parecer en aquel día la suerte estuvo de mi lado, al cruzar la calle, en el edificio frente a tu casa rentaba un cuarto. No pensé mucho en la oportunidad, entre pedí informes y pague el primer mes de renta. Cuando subí hasta mi cuarto seguía pensando en la suerte que tenía ya que desde mi ventana se podía ver el portón de tu casa. Después de algunas horas de no observar movimiento, y de haber acomodado mis maletas, tome dinero y salí a la calle. Compre algunas cosas que supuse me servirían; un telescopio, una cámara de video, equipo de grabación y algunas otras cosas que uno suele ver en películas de espionaje. Cuando iba de regreso a casa choque contigo, tu solo me pediste disculpas y esperaste mi respuesta, lo pude ver en tus ojos, pero lo único que yo pude hacer fue salir corriendo. Corrí lo mas rápido que pude, entre al edificio y por el ojillo de la puerta pude ver como cruzabas el portón de tu casa. Mi corazón latía, nunca pensé tenerte tan cerca. Subí a mi apartamento, coloque el equipo y provee el telescopio, vaya sorpresa que me lleve, desde mi ventana podía ver tu habitación. De repente la luz se prendió y pude verte entrar en ella. Mi corazón volvió a latir, pero eso no me impido no captar cada uno de tus movimientos. Primero te quitaste tu chaqueta, luego tu camisa, tu cuerpo era realmente excepcional, aunque eras flaco y con ropa un poco sin chiste, verte así, sin playera me hacia creer que había ido al cielo. Prendiste un aparato de música y desabrochaste tu pantalón, con cuidado y como no queriendo arrugarlo te lo quitaste y lo pusiste sobre un sofá que estaba en tu habitación y te quedaste en boxers. Prendiste la lámpara de tu buró y apagaste la del cuarto, tomaste un control y te recostaste sobre tu cama, tomaste un libro, algunos minutos lo estuviste leyendo y después caíste rendido yo seguí observando como dormías, parecías un ángel. Después de varios minutos un sonido raro en mi estomago me hizo recordar que era humana y que no había muerto, tenia hambre. Encontré propagando en la bolsa que me habían dado en la compra de algunas cosas y llame al primer número que contre. Pedí una pizza, la cual no tardo en llegar. Apenas comí algunos pedazos cuando nuevamente la luz de tu cuarto se prendió. Volví a mirar por el telescopio y observe cada uno de tus movimientos nuevamente. Tomaste una toalla y desapareciste tras una puerta, supuse que era la de tu baño. Al poco rato saliste solo envuelto en la toalla y comenzaste a arreglarte, te pusiste un pantalón negro, una camisa que no me gusto en absoluto y una chaqueta negra. Te arreglaste un poco el cabello, te pusiste una loción que no identifique hasta después y saliste del cuarto. Trate de seguirte pero las bardas y los árboles de tu casa me lo impidieron. Al poco rato te vi salir de tu casa en un Mercedes Benz convenible negro, con placas vx57 ezo. En cuanto la idea llego a mi cabeza salí corriendo del departamento y  tome el primer taxi que paso. Le pedí que te siguiera. Fueron bastantes cuadras, el precio del taxi fue bastante alto. Permanecí un rato en el taxi hasta que por fin te vi entrar en aquel bar. Cuando me sentí segura baje del taxi y aunque no iba lo suficiente arreglada no tuve problemas para pasar. Apenas entre te localice rápidamente. Esa camisa de mal gusto era inconfundible. Me senté en una mesa desde la cual pudiera ver cada uno de tus movimientos. De repente una chica muy efusivamente se acercó a ti y te beso, tú le correspondiste el gesto. Yo me quede petrificada pero nada podía hacer. Luego de un rato de ver tal escena me percate que uno de tus amigos no me quitaba la vista de encima, eso me cohibió así que preferí mirar hacia otro lado, de repente sin darme cuenta el ya estaba a mi lado, comenzó a hacerme la platica y para evitar sospechas yo le seguí el juego. Luego me invito a sentarme a la misma mesa donde tu y esa chica se tragaban. Tu ni siquiera te percataste de mi presencia. A esa altura de las circunstancias solo me quedaba mirar, tu amigo fue por unos tragos y yo comencé a observar cada uno de los movimientos de tus labios, cada uno de tus respiraciones, aquello me estaba volviendo loca. Creo que la circunstancia me hizo empezar a toma como laca hasta el punto en que el ardor de la situación me hizo besar a tu amigo de la misma forma que tu la besabas a ella. No se cuanto tiempo paso, no se ni siquiera como paso, pero a la mañana siguiente el dolor de cabeza no me dejo dormir mas. Mire a mi alrededor y aquello no me resultaba familiar. Observe la situación y pude entender lo que había sucedido. Había dormido con tu amigo, había desperdiciado mi tiempo teniendo sexo con tu amigo en vez de seguir con mi plan. Ni siquiera recordaba si lo había disfrutado o si el lo había hecho bien, tal vez había hablado de mas. El se encontraba aun dormido así que como pude tome mi ropa, me vestí y salí de ahí. Tome nuevamente el primer taxi que encontré y pedí me llevara al departamento. Subí lo mas rápido que pude y entre a mi cuarto. Corrí a la ventana y pude verte ahí, dormido, al parecer estabas en la misma situación que yo, en tu una cama y con la chica equivocada. Después de cerciorarme de que estuvieras ahí fui a bañarme, me arregle y  volví a pedir comida a domicilio. Después de comer le llame a una amiga, le conté todo lo que me había pasado en menos de 24 horas y me dijo que solo estaba perdiendo el tiempo. Me moleste así que le colgué. En aquel momento tu eras lo único que quería, a ti y a nadie mas. Desde aquella revista cada vez que pensaba en Londres tu cara era lo único que podía ver. Un ruido llamo mi atención. Corrí a la ventana y otra vez en aquel convertible negro te alejabas de tu hogar. Corrí y tome un taxi, nuevamente pedí que te siguiera, llegaste al estudio, afuera estaba tu amigo y otro chico al que no creí reconocer. Baje del taxi y entre a la cafetería de enfrente. Me senté justo frente a la ventana y pude observar cuando entraste. Pasaste horas ahí dentro, fueron tantas que hasta la cuenta de cuantas tazas había tomado perdí. Dieron las 3 de la tarde y todos salieron a comer. Apenas vi que diste un paso salí del café sin darme cuenta de que alguien se había percatado de ellos. Camine media cuadra cuando unas manos frías se posaron sobre mis hombros. Voltee, era tu amigo. Me sentí cohibida y hasta cierto punto exhibida. No sabia que decir. El solo me pregunto porque había huido ese día y porque ni siquiera había dejado algo para que pudiera contactarme. Yo le aclare que estaría aquí muy poco tiempo y que lo nuestro no significaba nada. El no malentendió las cosas, lo cual resulto extraño. Me invito a comer, charlamos un poco y tuve que decir mas mentiras de las que jamás imagine. Pasamos toda la tarde juntos. Al parecer no se percato de que  no regreso al estudio. El tiempo paso y yo me hice novia de tu amigo para estar cerca de ti. Iba a todas las fiestas, estaba en el estudio, me fui de gira con ustedes. Hice todo lo que hace una novia por estar cerca de ti. Tu amigo era todo un caballero, me consentía, me daba todo lo que yo quería. Creo que el sentía que no era el dueño de mi corazón. De repente cosas que nunca me había importado comenzaron a hacerlo. Cada vez que dormía con el pensaba en ti, estarías con ella, disfrutarías hacerlo con ella. Todos los pensamientos que tenían sobre ti y ella me llenaban de furia. Al principio pensé en solo estar unos meses por aquí pero ese tiempo se volvió un año. Había podido observar cada uno de tus pasos y aun me resultabas fascinante.  Hasta que un día paso lo que nunca me imagine. Ese día deje de verte como mi sueño dorado. Yo siempre te había visto como alguien decente, que respetaba a lo que se suponía amaba. Después de mi año ahí tu comenzaste a mandarme indirectas, al principio no puse atención pero después fueron demasiado evidentes. Un día mientras tu amigo tuvo que resolver algunas cosas fuera del estudio paso lo que nunca por mi mente había pasado. Llegaste a donde yo me encontraba y comenzaste a hacerme la plática. Yo no perdía nada, te conocía bien, te acercabas a alguien y eras amable. Platicamos un buen rato hasta que lo soltaste. Dijiste que era hermosa, dijiste que porque no lo dejaba y me iba contigo, de todos modos esto de la banda ya no funcionaba, que mejor forma de terminar las cosas yéndome contigo. Yo no entendía porque hacías eso, se suponía que el era tu amigo y además que tu tenias novia. Yo comencé a sentirme nerviosa, pero a pesar de tu confesión aun te deseaba. Te dije que si, quería ver hasta donde eras capaz de llegar. Tome mi abrigo y salimos del estudio. Tu pediste el auto, me ayudaste a subir y salimos de ahí. Me llevaste a tu casa y me preguntaste que se sentía verte todos los días desde una ventana. Yo me sorprendí, te habías dado cuenta de todo. Yo no supe que decir, fue ahí cuando lo entendí, todo era una trampa, tu estabas harto de que te observara, de que supiera tus movimientos, tus pasos, hasta tus respiraciones. Cuando cruzamos el portón ahí estaba mi nuevo futuro. Habías llamado a la policía y al parecer tenias suficientes pruebas para acusarme. También estaba el, tu amigo, mi novio. En cuento baje del auto el policía se acerco a mi y tu no hiciste nada. Me sentí usada, me sentí rebajada, pero que podía decir, había cometido el error más grande de mi vida. Que me había hecho hacer esto no lo se. Creo que fue mi ocio y tal vez mi soledad, aun no lo se. Lo que si se es que ahora estaré en la cárcel, lejos de ti y mi obsesión. Pero eso no me duele, lo que mas me duele es que estaré lejos de cada ser que amo y que con esto destrozare.

 

Aun te amo.

 

Sarah. 


----------------------------------------------

Inspirada por:


I Want You - Rachael Yamagata

Every Breath You Take  - The Police



2 comentarios:

Mafie* dijo...

AHHH que final tan pero tan triste! pero, de cierta forma merecido. A lo que puede llegar la mente de una fan obsesionada. Lo que de verdad frikea es que si existen, pero eso si es estar verdaderamente loco. Esta bien que uno amee, quiera, o idolatre a su artista o grupo favorito, pero ya cuando llevas las cosas a ese extremo, ahí si eso no es sano. Sin embargo, me gustó mucho cómo describiste todo, y el final, es triste, pero quedó perfecto jajajaja. Ahhh la triste vida de una fan al extremo! XD jajajaja lo bueno, es que nosotras todavía tenemos cordura, y nos contenemos jajajaa.

Muy buena forma de cerrar la semana, Ale!

meep dijo...

me dio miedoo!!!! wwaaaaa
aun asi la ame!!!
amo tus historia y las de mafie!!!!!
sigan asi
felicidades
dale caña!!!!

Publicar un comentario