-- The Kiss that said all the things that my heart feel --
No podía abordar aquel avión, tenía que hablar con Jack. El camino al aeropuerto se me hizo eterno, mire el reloj no se cuantas veces; llegó un momento en el que perdí la cuenta. De repente el auto se detuvo, habíamos llegado al aeropuerto. David bajo y me obligó ha hacer lo mismo, como dijo las pocas cosas que llevaba estaban ahí. Al empezar a caminar David sacó un celular un comenzó ha hablar en Fraces, era extraño todo el tiempo que había estado ahí el nunca lo
había hecho. Al instante una idea golpeó mi cabeza.
-Debo ir al baño-dijo moviéndose-
-Si, esta bien solo le recuerdo que tu avión sale en 20 minutos.
-Si, si.....
Tenía que hallar la forma de salir de aquel lugar y llegar al Stade Velodrome. Lo único que se me ocurrió fue la tonta excusa de ir al baño y esconderme para salir. Poco a poco me fui alejando y vi como David ni siquiera prestaba atención. Como pude me escabullí entre la gente y logre salir de ahí.. Mire el reloj apenas eran las 4:35 aún podría encontrar a Jack en el hotel. Apenas salí un taxi estaba estacionado haciendo base, le pedí servicio y me subí. Cuando cerré la puerta del taxi pude ver como David me veía desde la puerta principal con una sonrisa que me daba desconfianza.
-Al Stade Velodrome por favor!
-Si claro!
-No! Mejor lléveme al hotel Ibis Marseille por favor
-De acuerdo
La sonrisa burlona de David me había desconcertado. Pero mi problema mayor ahora no era ese, si no encontrar a Jack. A comparación de la última vez el trayecto fue rápido, le pague al taxi y baje. Comencé a caminar hasta llegar al lobby del hotel. Me acerque a la recepción y pregunté por Jack. El no había vuelto desde en la mañana y no sabían donde podría encontrarlo. Me desilusione pero inmediatamente pensé lo que me había dicho la noche anterior. Tal vez si me había reservado un lugar para el concierto y esa sería la una opción para hablar con el. Salí del hotel y tome el primer taxi que paso.
-Rapido, al Stade Velodrome!
-Si, señorita!
Sentí que el tiempo se me estaba acabando, fue como su mi vida dependiera de llegar y ver Jack. El tráfico era caótico, me sentí en la hora pico de Nueva York. Cuando llegamos le di un billete de 10 Euros y salí corriendo del taxi, llegue a la taquilla y pregunte por el boleto, no había nada, pedí hablar con el encargado pero no había nada para mi. Me sentí desilusionada, el lo había olvidado, estaba molesto y prefería no verme nunca mas. Salí del lugar y comencé a caminar sin rumbo por Paris, me sentía perdida, sola y culpable. No sabia que hacer y fue cuando recordé que había gente esperándome del otro lado del mundo. Tome nuevamente un taxi y pedí que me llevaran al aeropuerto. Cuando llegue, me sorprendió ver a David sentando en la sala de espera. Trate de pasar desapercibida pero el noto mi presencia.
-Estas decidida a regresar?
-Pero…..como!
-Tu madre me pidió que te cuidara.
-Como??
-Tu madre sabia muy bien que vendrías a Paris, y me encargo que yo fungiera como responsable de tu estancia aquí. El día que llegamos me di cuenta de que el estaba aquí así que la llame. Me pidió que no hiciera nada que te dejara actuar, pero de mi cuenta corría que tu regresaras y te casaras. Ella no quiere que desperdicies tu futuro con un hombre que no vale la pena.
-Tu que sabes que desperdiciare mi vida con Jack!.......vale mas perder el prestigio de un apellido que perder al amor de tu vida!!
-A mi eso no me incumbe, mi trabajo es solo llevarte de vuelta a casa para que te cases y las órdenes de tu madre se cumplan.
David me tomo del brazo y me llevo hasta el avión. Durante mi ausencia había cambiado la hora del vuelo. Me sentía devastada, mi propia madre me había vuelto a separar del hombre que amaba. Camine por el pasillo sin mucha resistencia, que mas podía hacer, Jack también me había dado la espalda. Subimos al avión y al pasar de algunos minutos arranco. Mire por la ventana y comencé a ver la grandeza de Paris. Ahora regresar seria algo doloroso. Cerré mis ojos, no quería ver mas el lugar donde perdí la oportunidad de ser feliz.
Al despertar una luz segadora me impedía ver el panorama de lo que sucedía. Abrí y cerré los ojos hasta que por fin pude ver con claridad. Habíamos llegado a Nueva York. David me tomo nuevamente del brazo y me reclamo de mi aspecto. Me llevo al baño y me dio maquillaje para arreglarme. Al verme al espejo pude ver lo deteriorada que estaba. Había llorado en sueños. Tenía los ojos tapujados de tanta lagrima. Mira nariz y mi frente estaban rojas y mi pedo daba mucho que desear. Me arregle y Salí del baño. Tome a David del brazo y salimos de ahí. Era lunes por la tarde, para ser exactos las 5 de la tarde, en tres horas me casaba. Al subir al carro negro que nos esperaba pude reconocer una silueta, era mi madre. Su sonrisa triunfante le llenaba la cara. Yo la mire, la salude y fue como si nada pasara. Llegamos a casa y me metí a bañar, me vestí y un ejercito de mujeres entraron a mi cuarto. Me maquillaron, me peinaron, me vistieron, parecía una muñeca de porcelana, bella por fuera pero vacía por dentro. Aun faltaban unos minutos para la boda así que pedí me dejaran sola. De repente como una iluminación vi mi bolso y recordé la carta, corrí hasta el y la saque.
Con esta carta no trato presionarte, pero se que esta tarde te iras y no puedo permitirlo. Recuerdas que te prometí un asiento en el concierto, lo tendrás. Te espero en la puerta trasera del Stade Velodrome, ahí estará Jonh, el te llevara a donde yo estoy. Después del concierto hablaremos y espero que después de eso podamos estar juntos…….
Me sentí la persona mas estupida del mundo, sin tan solo hubiera leído completa la carta lo hubiera encontrado y no estaría aquí a punto de cumplir la estupidez mas grande de mi vida. Cuando me dispuse a leer nuevamente la carta la perilla comenzó a moverse. Guarde la carta rápidamente y vi a mi madre entrar por la puerta. Me dijo algunas palabras y me apresuro para salir de ahí. La boda había comenzado. Salimos y todos voltearon a verme, comentarios de “Que novia tan bonita”, “Hacen una pareja hermosa” no se hicieron esperar. Camine por el pasillo hasta el altar. Aquellos pasos fueron los más largos que había dado en toda mi vida.
-Estamos aquí reunidos para celebrar la boda de……..
-Espere…..
La adrenalina que había sentido al ver nuevamente a Jack me recorrió el cuerpo y me di cuenta de que no podía seguir con esa farsa. Tome valor y detuve la boda. Pedí hablar en privado con Demian y el acepto. Caminamos hasta un lugar alejado de donde se realizaba la boda y me deje ir.
-Demian yo…….yo no puedo casarme contigo
-Pero porque Mariana?
-Yo no te amo. El dueño de mi corazón, de mis besos, de mi pensamiento, de mi cuerpo, de mi alma esta en Paris. Y yo no puedo perderlo nuevamente ahora que creo lo he recuperado. Te ame, si un tiempo te ame, pero nunca te ame como a el y no se me hace justo hacerte daño, tu encontraras a alguien que te ame y que de verdad merezcas. Lo siento.
Me acerque y le di un beso en la mejilla, el estaba atónito. Comencé a correr y poco a poco me deshice de los sobrantes del vestido de novia. Llegue a la calle y tome el primer taxi que paso. Le pedí me llevara al aeropuerto, tenia que ir rápido, podría perder al amor de mi vida. Cuando voltee vi a mi madre, me miraba con enojo y desilusión. Pero que podía hacer, ella no viviría atada a alguien que no ama, si no yo. Yo vivirá sin el hombre de mis sueños si seguía sus estupidas órdenes. Llegamos al aeropuerto y llegue a la primera aerolínea que tuviera vuelos a Paris. Compre un boleto de 2 clase y corrí para alcanzarlo, solo quedaban 20 minutos antes de que partiera. Corrí, corrí y corrí. Subí al avión y no pude evitar sentir las miradas de todos. Tome asiento y espera a que despegara. Pasaron 17 horas o por lo menos eso conté para que llegáramos, en aquel momento no sabia donde buscaría a Jack, pero sabía que mi corazón no me fallaría. Salí del aeropuerto y tome un taxi al Ibis. Cuando llegue pregunte por Jack y me dijeron que ya no estaba hospedado. Me sentí morir, ahora si lo había perdido para siempre. De repente, cuando había pensado dar por vencida escuche su voz, voltee y ahí estaba. Parado con esa vieja sonrisa y ese nuevo look que tanto amaba. Parecía que sabia lo que iba a pasar. Me miro, me sonrío y estiro la mano para sostener la mía. Yo me sentí en el cielo. En aquel momento no supe que decir. Pero el al parecer si lo sabia, se acerco a mi y me dio un profundo beso. Un beso que lo dijo todo, un beso que hoy aun perdura en mis labios. Un día que después de la muerte aun no olvidare.
FIN.
1 comentarios:
Buaaaaaaaaaaaaaaa! qué bonito final!!
Yo siempre quise hacer una historia con temática parecida, pero como que nunca me
salió!, a ti, obviamente te quedó perfecta!
muy bien ale :B
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