Too late for goodbyes

Oí el teléfono como si sonara dentro de mis sueños. Aunque en realidad no eran mis sueños. Eran las siete de la mañana del 24 de diciembre y las llamadas navideñas comenzaban a atacar. Como cada año tenia que ir a la casa de mis padres a festejar junto con toda la familia la noche buena. Este año estuve tentada a negarme pero las palabras de mi madre me lo impidieron”Es una fecha para estar con la familia y gente que te quiere, además, casi no te vemos, siempre estas ocupada……”. Aquello me sonaba a chantaje, pero que podría decir a mi favor, si desde antes de que terminara la carrera me había ido de mi casa, y no es porque no quisiera a mi familia, si no porque mis sueños de superación me llamaban lejos de ahí, además, había cosas que anhelaba olvidar.

-Bueno?

-Feliz Navidad!!!!

-Carol?.....

-Hola flojita!! Como estas que tal se la están pasando??

-Son las 7:00 de la mañana.

-Ups lo siento!! Acá son las 2 de la mañana pero la fiesta apenas esta empezando….ya sabes como son…

-Si ya se!!, gracias por llamar de todos modos, me alegra escuchar voces amigas.

-Jajajaja nada va bien por allá?

-Hace unas horas lleguemos, así que no he hablado con nadie. Pero saber que el estará ahí ya lo hace pesado -un sonido extraño salio de la bocina- Oye! Tengo otra llamada, hablamos luego va??

-Si, claro! Feliz Navidad y tu tranquila!!

-Gracias!! Feliz Navidad a ti…….adiós.

Carol había sido mi amiga por mas de 10 años y ella sabia todo de mi. Desde mis decepciones amorosas hasta los momentos mas felicites de mi niñez. Era extraño no compartir estas fechas con ella pero este año por cuestiones de trabajo la fiesta de navidad había sido atrasada, así que no podría asistir.

-Si?

-Eli?

-Mama!!

-Hola amor! Como estas??

-Bien, bien…..que sucede?

-Nada! Solo llamaba para ver si habías llegado bien, como este año decidiste quedarte en un hotel.

-Si, estoy bien, en unas horas andaré por allá no te preocupes, te prometí que estaría ahí y ahí estaré.

-Te creo hija….

-Bueno ma! Te veo allá tengo que arreglarme…….

-Esta bien, adiós.

El hecho de que mi madre me dijera que tenia una sorpresa para mi, esperando esta navidad me atormentaba, saber que Carlos pudiera estar ahí me desquiciaba. Pero no podía perder mas tiempo, era hora de arreglarme. Salí de la cama, y me dirigí al baño, tome una ducha de agua caliente. Al salir prendí el reproductor de música y sintonice la única estación en la que aquel momento no pasaban villancicos. Saque la ropa de mi maleta y me puse lo primero que salio. Tome uno skinnijeans negros, una blusa azul larga y mis botas negras. Me cepille el cabello.

-Cariño!

-Eli!

-Debo irme, mi madre se esta volviendo loca porque cree que no llegare

-Pero……..

-Te deje la dirección en el tocador, pídele a un taxi que te lleve.

-Esta bien…..

-Nos vemos allá

-Si, amor……-me beso-

Hacia un año había comenzado a salir con Ian, y bueno no se si era por su forma de ser o porque pero estaba fascinado con la idea de conocer a mi familia, así que había decidido acompañarme esta navidad a casa. Después de despedirme de el tome mi celular y algo de dinero luego tome mi abrigo y salí de ahí. Para mi suerte un taxi estaba haciendo base frente al hotel, así que el transporte no fue problema. Le di la dirección y en cuestión de minutos estuve en casa.

-Aquí esta el dinero

-Gracias señorita! Que tenga feliz navidad!

-Gracias –baje del taxi-

La casa había sido la misma por años, nada había cambiado. Cruce el portón y camine por el inmenso y congelado jardín que te daba la bienvenida. Llegue a la puerta y toque. Pasaron algunos minutos antes de que alguien abriera la puerta.

-Eli!!!

-Tía Charlotte!!

-Pasa niña! Hace mucho frío afuera!!

-Gracias

La verdad es que no sabia porque estaba haciendo una tormenta en un vaso, tal vez la sorpresa que tanto decía mi madre, es que remodelarían la vieja casa, la verdad es que no había forma de que fuera él mi sorpresa, ni siquiera yo sabia como localizarlo, menos mi madre.

-Hija!!

-Mama!!! –corrí a abrazarla-

-Como has cambiado!!!

No había visto a mi madre desde hacia un año, como bien me había dicho casi nunca me veía, por lo general hablábamos una vez a la semana pero nada de vernos y vaya que había ocasiones en las que extrañaba sus abrazos, sus besos, sus consejos, extrañaba ser su niña.

-Valla que todo sigue igual por aquí –tocaron la puerta-

-Si, lo se………pero porque no vas tomar algo, ponte cómoda, estaré contigo en unos minutos.

-Si, gracias.

Estar ahí me traía bueno y malos recuerdos, pero que importaba, estaba en casa. Salí de la sala y comencé a caminar en el traspatio. Creo que eso era lo que amaba de este lugar, el traspatio conducía al bosque, el bosque donde había pasado los mejores momentos. Cruce el traspatio y abrí la pequeña puerta que separa mi casa de la naturaleza libre y fría que yacía frente a mis ojos. Salí y seguí caminando, el viento congelaba mi cara. No se cuanto tiempo camine pero fue como una hora. Camine, camine y camine hasta llegar ahí, mi lugar favorito en todo el bosque, aquel era el árbol mas grande que yo había visto, sobresalía entre todos los demás.

-Hola viejo amigo.

Legue hasta el árbol y me detuve bajo su sombra o bueno donde supuse estaría su sombra en un día soleado. Me quede ahí, mirando el cielo. De repente un sonido extraño llamo mi atención mire hacia la casa y vi una sombra acercarse. No me moví, no quería llamar la atención, tal vez seria un talador. Pasaron algunos minutos, cuando por fin lo identifique, era Carlos. Estaba ahí e iba había mi. Su presencia me paralizo. Quería correr pero era como si mis pies estuvieran clavados en la nieve.

-Hola! –dijo Carlos-

-Hola

-Como estas?

-Bien y tu?

-Bien, feliz de verte de nuevo, hace mucho……

-Hace mucho no nos vemos ya lo se, no tienes que decirlo.

-Lo siento, pensé que te alegraría verme.

-Alegrarme!! Sabes que no quería venir porque sabia que estarías aquí?

-Pero yo….

-Tu que? Tu no me destrozaste el corazón? Tu no te fuiste y me abandonaste cuando mas te necesite?

-Eli, sabes que yo daría lo que fuera –comenzó a acercarse- por cambiar lo que hice.

-Aléjate! –el sonido de una parvada de pájaros desvío nuestra atención-

-Eli!

-Te fuiste con ella, sabias que yo te amaba y te fuiste, yo solo te pedí tiempo, tenia que asentarme en Nueva York y después veríamos que haríamos con lo nuestro, pero tu preferiste irte con ella, para que? Para que te dejara por otro!!, te dieron una cucharada de tu propio mole!

-Eli, tardaste en buscarme 5 años, yo te llamaba y nunca estabas, te mandaba cartas y nunca las contestabas, que esperabas que hiciera? –me tomo de los hombros-

-Esperar……..

-He esperado mucho tiempo –me beso-

Yo estaba dolida, pero el tenia razón, yo había echado a perder todo, pero siempre pensé que el iría y me buscaría, que haríamos una vida allá donde yo podía cumplir mis sueños. Pero fui tonta y lo hecho todo a perder, nunca pensé en lo que deseaba. En el momento en el que el comenzó a besarme me sentí mas en casa, el había sido la persona que mas amaba en el mundo, pero que había pedido, la verdad es que no se cuando duro aquel beso pero me hizo sentir algo que no había sentido hacia mucho.

-Eli!!!

Un grito desde lejos nos hizo separarnos, cuando por fin lo tuve lejos voltee, era Ian, había llegado y me había descubierto o por lo menos eso pensé. Pero no entendía, que hacia el ahí, cuanto tiempo había pasado desde que yo habia llegado, cuando tiempo tenia ahí con Carlos.

-Eli! Amor…-me tomo de la cintura- quien es tu amigo?

-Ian! El es Carlos, un viejo amigo del pueblo.

-Ah! Mucho gusto, Carlos.

-El gusto es Mio Ian.

-Bueno debo robarte a mi novia, su madre la esta buscando.

-Si, creo que hemos pasado mucho tiempo platicando aquí. –Dijo Carlos retando a Ian-

-Si, ya lo creo, pero bueno es tarde para despedidas, tu madre esta impaciente, dice que te tiene una sorpresa.

-Una sorpresa? –dije atónita-

-Si, pero vayámonos de aquí.

Ian seguía tomándome de la cintura, yo miraba algunas veces hacia atrás y podía ver como me alejaba de Carlos, poco a poco era menos visible. Llegamos a casa y mi madre ya me esperaba. Todos tenían copas en las manos y al entrar Ian y yo recibimos la nuestra. Comencé a buscar con la mirada a Carlos, pero el no estaba. Pasamos a la mesa y se llevo acabo el brindis de la noche, todos dijeron bellas palabras pero Carlos nunca apareció, cenamos y cuando dieron las 12 todos se abrasaron y se desearon buenos deseos, yo seguía buscándolo, pero Carlos nunca cruzo aquella puerta. En aquel momento fue cuando lo entendí. Era tarde para decir adiós. Era tarde para arreglarlo todo. Era tarde. El sabia que yo tenia novio, el había perdido ya todo esperanza, por eso no había vuelto, por eso no había venido a decir adiós. Ahora estaba claro, lo había perdido para siempre. Lo había perdido a el y la parte de mi corazón que lo amaba.

1 comentarios:

Mafie* dijo...

D: Ahhh dammit! lo que es no tomar la decisión correcta, en el momento justo!...tenemos bien poquitas oportunidades de esas, y las echamos a perder muchas veces. :(

Eso estuvo bien triste. Geniaaaal, pero bien triste!, ya extrañaba tus historias también!!! :D EXCELENTEE como siempre! :D

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