Hace tres años que dejo de hacer resoluciones cada año que viene. Supongo que lo hago porque muy dentro de mi se, que esas resoluciones se irán al carajo, o que no las cumpliré del todo. Tomo el año como viene, y deseo, deseo muy en lo hondo que todo cambie para mi. Que la vida me lleve a donde me tenga que llevar, y que aprenda de cada cosa que se me atraviese.
Este año lo recibí en la carretera. En medio de un paisaje desértico que creí que solo se veía en las películas. Las estrellas aparecían para mi, imponentes. Pero ninguna como la luna. Es raro que haya luna llena en año nuevo...No es algo muy común, al menos no para mi, que siempre miro al cielo en busca de una señal. Y creo que esta es mi señal, la que tanto esperaba. Este año no fue mio...me sentí viviendo en el cuerpo de una extraña que no tenía control sobre lo que hacía. Todo se convirtió en una bizarra imitación de vida y perdí el sentido de las cosas. Me volví una autómata, parecía un robot que solo pensaba en la auto destrucción. Y mientras todos intentaban ayudarme, yo solo me hundía sin realmente saberlo.
Quemé todos los caminos que pisé alguna vez, y cuando miré atrás, me di cuenta de que ya no tenía nada que perder. Aun así, no me sentía libre. Parecía un pájaro enjaulado dos veces. No podía deshacerme de todo el arrepentimiento que traía encima de mi...su peso me estaba matando lentamente. Me cuestioné una docena de veces si todo lo que estaba haciendo valía la pena, si al final iba a acabar así...como estoy ahora. Sola.
Nunca pensé que caminar sola me iba a costar tanto. A los dieciséis pedía a gritos libertad. A los 19 la conseguí e hice con ella lo que me vino en gana. A los 25 lo conocí a él, y me sentí (amada) atada. Y ahora, a la mitad de mis 28's le hago frente a un camino que hace años añoraba, pero que ahora no quiero caminar...Estoy sola. Uno de mis grandes miedos se hizo realidad, y lo peor de todo es que yo hice todo para acabar exactamente así.
Justo antes del año nuevo, estaba varada en esa carretera. Acostada en el toldo del auto, llorando como nunca en mi vida, rezandole a quien quiera que estuviera arriba, que las cosas cambiaran. Que hubiera un modo para arreglar las cosas. Pero una parte de mi, me decía que era imposible. Y dejé que la mañana llegara, y me fui de ahí. Sequé mis lágrimas, como si fuesen poca cosa, y seguí mi camino. Eventualmente, llegué a mi apartamento vacío. Enorme, pero vació. Años atrás, estaba siempre iluminado, siempre había alguien conmigo, y ahora, estaba todo oscuro y desordenado. Me quité las botas y los jeans sucios que traía, y cuando abrí mi habitación él estaba ahí.
Estaba ahí para recordarme que por mucho que se quiera huir de las personas que amas, van a estar ahí...recordándote por qué las quieres tanto, y por que siempre al final de cada día terminas añorándolas. Recordé también por qué me sentía atada cuando estaba con él. Confundí el compromiso con otras cosas, sin darme cuenta de que lo único que él quería era ser mi compañero de vida. Quería caminar conmigo para que yo no me sintiera así...sola.
La señal de la luna cobró sentido. En cuanto lo vi ahí, sentado en medio de la cama, con la sonrisa de siempre...como si supiera que tarde o temprano tenía que regresar ahí, regresar a ser yo otra vez.
Algo me dice que este año todo cambiará, que este año si será mio.
1 comentarios:
D8 ahhhh que lindo y a la vez triste
me encanta como proyectas cada paisaje y mundo como si lo estuviera viviendo en este instante
muy bien como siempre 8D
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