Se sentó en uno de sus sillones que había quedado justo a la orilla de la acera. Veía todas sus cosas y no sabía ni qué hacer, todo se estaba mojando, y no tenía ningún lugar a dónde ir. Decidió poner un plástico encima y debajo de la pequeña mesa de madera que tenía, y se metió en ella. Se llevó las manos al rostro, y comenzó a llorar. Todas sus cosas se estaban mojando y probablemente se echarían a perder. Además de todo, no podía pasar la noche ahí. Los policías la detendrían. En cuanto vió que la lluvia paró un poco, salió de debajo de la mesa, y sacó de una de las tantas cajas un par de maletas. Las llenó de la poca ropa que pudo rescatar de entre todas sus cosas, y metió algunas otras que pudiera necesitar. De uno de los cajones de su escritorio sacó papeles importantes, su laptop y las guardó en una mochila. La gente comenzaba a pasar por ahí, y uno hasta le aventó un periódico.
-Toma, para que vayas buscando trabajo...-dijo el hombre, y se fué. Se sentó en el sillón mojado, y comenzó a leer entre las páginas. Llegó a la sección de empleos y después de leer las primeras 2 hojas, en la tercera había un anuncio que decía:
"Se solicita asistente, urgentemente. Interesados, llamar al 08763412, buena presentación. Con referencias. Muy Buen sueldo."
Ciertamente, no sabía nada sobre ser asistente. Apénas y recordaba lo que tenía que hacer en el día, y muchas otras cosas se le olvidaban. No perdía la cabeza, porque la tenía pegada al cuerpo. Y sobre todo, apenas y podía cuidarse a sí misma, y hasta en eso fallaba.
Pero esa frase de "muy buen sueldo" era demasiado tentadora. Necesitaba el dinero urgentemente, y también tenía mucha hambre. Así que tomó su celular y se dispuso a gastarse el poco crédito que le quedaba. Marcó con manos nerviosas el número y esperó a que le contestaran.
-Quién habla?...-la voz ronca de un hombre que parecía acabado de levantar, le contestó del otro lado del teléfono.
-Ehmm..Soy Jamie Goldberg, y llamo por el anuncio en el periódico...-dijo ella nerviosa.
-Ah, claro. Preséntate en 2 horas en la calle Hudson, número 216...te veo ahí...-dijo el hombre y colgó. No pensó que la entrevistarían tan pronto, pero si quería el trabajo, tenía que estar ahí. Se dió cuenta de que la ventana de su ahora antiguo apartamento seguía abierta, así que guardó algo de ropa en su mochila, subió a unos botes de basura, y se metió en el apartamento con algo de trabajo. Rápidamente se metió al baño y se duchó con agua fria. Se arregló y salió de ahí, algo tarde.
La avenida Hudson no estaba muy cerca de ahí. Tomo un taxi, y le dió la dirección. Pronto estaba frente a una casa enórme e imponente, que parecía antigua. Le dijo al chofer que esperara afuera, y que alguien vendría a pagarle. Ingenuamente, él espero, aunque nadie iba a salir a pagarle en realidad.
Abrió la reja y entró despacio. Caminó por el jardín que estaba algo descuidado, y tocó la puerta de la entrada, solo para darse cuenta de que estaba abierta. En cuanto entró pudo oír música al fondo de la casa, la siguió, hasta que se encontró en un salón con ventanales muy grandes donde dos hombres jugaban billar.
Se quedó parada en el marco de la puerta sin saber si quiera qué decir. Uno de ellos alzó la mirada, y notó que estaba ahí. Le hizo un gesto al otro chico y este la miró.
-Tu eres Jackie, no?...la que habló para el empleo...-dijo el chico, que no se veía nada mal.
-Ehmm...de hecho me llamo Jamie...pero...-el hombre no la dejó terminar la oración.
-Bueno, Jamie, Jackie, como te llames...me llamo Matt y yo fuí el que puso el anuncio en el periódico. Verás, necesito de alguien que esté conmigo 24 horas, 7 días. Necesito que alguien me mantenga al día con las cosas que tengo pendientes, y que ponga algo de orden mientras estoy de tour. Aceptas?-le preguntó, sin siquiera preguntarle antes sobre sus referencias o algo así.
-Vamos, dí algo. No muerdo...deberías considerarlo, la paga es muy buena, y además, podrás viajar con nosotros a donde vayamos...-dijo él riéndose.
Aceptó sin chistar. Si tenía que estar todo el tiempo con él, significaba que no tendría que pagar una renta, o un hotel, porque él la tendría bajo su propio techo. Además, qué tan dificil podía ser, hacerla de asistente de un músico?.
No sabía ni a lo que se estaba metiendo. Pero necesitaba tanto el dinero que no le importaba mucho. La hizo empezar en ese mismo instante, y la mandó a hacer algunas tareas simples en la computadora. Se sentó en el suelo de la sala, y comenzó con su trabajo.
-...Hmmm...así como la describes, esa mujer acabará siendo mucho más que tu asistente...-dijo un hombre que bajaba de las escaleras junto con Matt. No le puso mucha atención, porque intentaba concentrarse en lo que estaba haciendo.
-Jamie, necesito que conozcas a mi mejor amigo...-le dijo Matt, y se paró del suelo. Justo en cuanto alzó la mirada, el chico y Jamie se quedaron paralizados.
-Jamie, este es Zacky, Zacky, esta es Jamie, mi asistente...-dijo a modo de presentación. Pero qué presentación necesitaban? ya se conocían un poco más de lo que ellos hubieran querido.
-Mucho gusto, Jamie...-dijo Zacky tratando de actuar natural. Obviamente ella le siguió la corriente.
-El gusto es mio...-dijo ella de forma educada.
-Deberían conocerse un poco, después de todo, estarán mucho tiempo cerca...-dijo Matt, y los dejó ahí. Aún no podían creerlo. Parecía una broma, pero no lo era. Estaban ahí, frente a frente otra vez.
Probablemente no habría sido tan incómodo, si él no hubiera presenciado como la echaban de su apartamento, y mucho menos, si no hubieran compartido algo más que algunos tragos esa noche en el bar.
Él no se veía tan diferente de como lo conoció la vez pasada. De hecho, se veía mucho mejor. Le sonreía de forma seductiva, y ella quería apartar la vista, pero le estaba resultando imposible.
-Ehmmm...creo que debería ir a empacar mis cosas...-dijo él, sintiendo el silencio incómodo.
-Claro...como quieras!-dijo ella, sonriéndo a medias. Lo vio subir por las escaleras, y hasta que ya n0 pudo verlo, volvió a sentarse a continuar con su trabajo. Le temblaban las manos, y estaba segura de que el corazón se le saldría del pecho.
-No sé porque tuve el presentimiento de que ustedes dos ya se conocían...-dijo Matt, que se sentó frente a ella en uno de los sillones. Apretó los puños, sonrió y negó con la cabeza.
-No, para nada...-dijo ella, volviendo al trabajo.
-Bien, entónces, te daré algo de dinero para que compres algunas cosas que necesito, y también necesito que te compres ropa. Mi asistente no tiene porque verse tan formal...creeme, te sentirás más cómoda si compras varios jeans y playeras, también algunas sudaderas. Ya le dije a Zacky que te acompañe...-dijo Matt, y le entregó un sobre con dinero. Jamie asintió y por dentro quería que la tierra la tragara. Qué podía ser más incómodo que ir de compras con él?.
Se subieron al auto, y no cruzaron ni una palabra. Zacky volteaba a verla ocasionalmente, y ella disimulaba que no se daba cuenta. Lo que ella ignoraba, es que él seguía pensando en la noche anterior. En su mente pasaban momentos vívidos de su boca su piel y sus manos, y lo más extraño de todo para él, es que no era como cualquier chica con la que había salido en todo este tiempo. De hecho, de todas las chicas con las que había salido de unos meses para acá, ella era la que más se había quedado en su mente. Él solo buscaba una one-night-stand y se quedó con ganas de mucho más que eso.
Lo mejor de todo, para él, era que podría verla todo el tiempo. Ya tendría tiempo para conocerla mejor, y quizá podría robarle otra noche de esas. Después de todo, él era todo menos un angel, o un chico bueno. Era todo menos eso. Y ella estaba a punto de conocerlo muy bien. Demasiado bien para su propio gusto.
2 comentarios:
woo hohohohoh
que ironia
quien se imaginaria esto
jajaja esta muy buena
te felicito como siempre!
Wow! Leí Matt y grite! Jajaja cada día estoy peor!
No,no,no...... Que increible historia!! Me gusta mucho jajaja como que no te imaginas que va a suceder!! Muy buena Mafie!!
Clap clap clap tengo que leer el new capítulo!!
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