Set the Fire to the Thrid Bar

-Te extraño mucho
-Yo a ti mas, esto me está matando -decía mientras la abrazaba 
fuertemente-
-Y crees que yo no tontito? Estos meses han sido terribles -decía 
alejandolo-
-Lo se, pero que haces aquí?
-Que? No te da gusto?
-No, no es eso. Solo que....-ella lo interrumpio-
-Tengo que decirte algo, pero no se como desirlo.
-Solo dilo, digo que puede ser peor que está lejanía entre tu y yo?
-Es que, es que yo me voy a......

La alarma del reloj sono, despertandolo de aquel sueño que anhelaba 
fuera realidad. Aquella noche era como todas las demás, la lluvia 
incesante golpeaba la ventana mientras una melodía que le hacia 
recordar lo lejos que ella se encontraba sonaba en la radio. Hacia 
meses que había llegado a ese lugar y aún no lograba acostumbrarse a 
estar sin ella. Los primeros días sabía que ese sentimiento de 
soledad sería normal, pero al paso de los meses se había vuelto algo 
recurrente. Extrañaba sus ojos, su risa, su aroma, sus pláticas de 
media noche y ese estilo único de hacer que todo fuera perfecto. Pero 
el tiempo paso y esas horas, esos minutos, esos segundos solo le 
recordaban que estaba solo, porque ese sentimiento lo había apartado 
de todo, de sus amigos, de su familia, de su vida misma.

-Hey! -dijeron a lo lejos- vienes?
-No gracias! Tengo cosas que hacer
-Como quieras!! -se marcho aquella voz-

El reloj marcaba las ocho y como todas las noches era la hora de salir 
y perderse en esa ciudad que nunca duerme. Para él, las voces, las 
risas, todo, todo rompía el equilibrio de ese silencio que anelaba. Un 
silencio que era la unica forma de traer a su mente aquella voz que su 
corazón extrañaba, esa voz que era como música para sus oídos.

Camino por horas hasta que una tienda llamó su atención. Vendían 
mapas y por alguna razón sintió la necesidad de comprar uno. Al salí 
de la tienda trato de reconocer donde se encontraba, pero no lo logró 
al parecer nunca había estado ahí, él siguió caminando , a esas 
alturas no le importaba si se perdía, siempre podía pedir un taxi y 
pedir que lo llevará al concervatorio de música. En su andar encontro 
un parque con muchas mesas para picnik, se acerco a una la limpio un 
poco con su chamarra y se sentó, sacó el mapa que había comprado y 
una pluma que nunca dejaba porque ella se lo había regalado. Comenzo a 
trazar una linea recta sobre ríos, granjas y líneas estatales, esa 
era la distancia que los separaba. Se quedó mirando ese punto donde 
sabía que su amor lo esperaba por horas hasta que quedó dormido.

-No puedes regresar, ella ya no te pertenece.

Aquella frase lo desperto con el corazón acelerado. El sabía que ella 
lo esperaría, que ni importaba la distancia que ella estaría ahí 
cuando el regresará. Miró el reloj de su muñeca y confirmo la hora, 
eran las 6 de la mañana, no llegaría a tiempo a su primer clase, 
aunque eso era lo que menos le sorprendía.

Se levantó de la mesa y comenzo a caminar, espero a que pasará un 
taxi pero nunca paso así que no le quedó mas remedio que caminar. 
Mientras caminaba se percató que un tumulto de gente se reunía frente 
a un aparador.

-Que sucede?

Cruzó la acera y como pudo se mezcló entre la gente llegó hasta el 
frente y pudo notar que una tele era lo que llamaba la atendió de toda 
esa gente. Al percatarase de ello decidió retirarse pero fue cuando 
escuchó ese nombre que diario repetía en su mente para no olvidar lo 
que lo hizo regresar.

-Diarios europeos confirman el compromiso de Sophia Parldr con el 
príncipe Enrique II.

El no podía creer lo que escuchaba y menos lo que veía. Era ella al 
lado de otro. Su mundo callo en pedazos sus esperanzas se hicieron 
trizas. La gente que miraba con asombro comenzo a retirarse pero el 
permanecía ahí, inerte, muerto, muerto como había permanecido desde 
el día que partio de Londres con una promesa falsa que ella le dió.
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Inspirada por:
Set the Fire to the Third Bar - Snow Patrol

2 comentarios:

meep dijo...

waaa que final tan triste pobre hombre
:(
aun asi me gusto. me he dado cuanta la facilidad o tristeza que tienes de ir a la fatalidad sin ser tan extrema.
me gustaria ver como resultaria si escribieras algo feliz :)

Mafie* dijo...

Siii final triste! pero, no se porque me encantan los finales así, porque después de todo, son mucho más realistas que los que terminan bien. No se si eso sea bueno o malo jajaaja...pero bueno, me gustó mucho!

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