The Only Fault

Odiaba contar la misma historia una y otra vez. Necesitaba alejarme de todo, necesitaba dejar de recordar. Pero ahí, me encontraba de nuevo y con los mismos demonios rodando mi cabeza.

 -Hoy si me dirás la verdad? –Dijo en tono de burla-

-Lo he repetido millones de veces…..esa es la única verdad!!

-Si no nos ayudas, nosotros no podremos ayudarte.

-Que quieren que les diga?? –Grite desesperada-

-La verdad!! –Me dio una cachetada-

 Por años repetí la misma historia. Pero nadie me creyó, yo sabía que no estaba loca, que tu existirías y que diste tu vida por protegerme. Aunque nada fue suficiente, ahora estoy aquí, con gente que no comprendo y con gente que busca entenderme.

 -Aquella noche yo salí del bar al que había ido con algunos amigos, discutí con mi novio y para no hacer ninguna estupidez camine hasta el parque. Me senté en la banca amarilla; esa que esta más adentro del parque, frente al lago. –el doctor me miro con incredulidad- Agarre algunas piedras y comencé a aventarlas. Escuche un ruido en los árboles, supuse que era un pájaro o alguna ardilla. Me recosté en la banca y fue cuando en la copa del árbol pude ver algo brillar. Me asuste, pero era imposible quitar la mirada. Mi cuerpo se sintió paralizado, como si lo hubieran atado a la banca. Poco a poco aquella luz se hacia mas intensa y fue de repente que lo tuve sobre de mi. Era realmente hermoso, sus pupilas verdes era como esmeralda se  hundieron en mis ojos. Sus facciones eran hermosas y finas. Como pudo se incorporo y me ayudo a hacer lo mismo. Nunca dejo de mirarme. De repente escuche su voz. Era como música para mis oídos, algo que nunca había escuchado en mi vida. Me pregunto que qué hacia ahí y porque en mis ojos veía tristeza. Me sorprendió mucho que dijera eso. Le conté lo sucedido y me dijo que el ya no creía en el amor, que para él el amor era algo prohibido. Me sorprendí aun mas cuando dijo que el amor era algo que solo te hacia pedazos, el amor es un sentimiento maldito. En mi vida había escuchado hablar a alguien tan mal del amor. Yo sabia que no era fácil y que obvio no era como los cuentos de hadas, pero nunca lo considere maldito.  El me tomo de las manos y me miro a los ojos, nuevamente me sentí petrificada. De la nada me pregunto si volvería la tarde siguiente. Yo le dije que no sabía, tenia cosas que hacer, tenia un trabajo que atender. El comprendió y me dijo que de todos modos estaría ahí, en el mismo lugar.

-Supongo volviste? –Interrumpió mi relato-

-Si, esa y muchas veces mas. De repente tenerlo cerca se volvió una necesidad. En realidad nunca pude conocerlo bien, pero se pude percibir que sufrió una gran pena. Al día siguiente cuando volví, el estaba nuevamente en el árbol. Supuse en ese momento que para el eso de escalar árboles era un hobbie. Comenzó a platicarme sobre los amaneceres y anocheceres que había visto. Que siempre había soñado con ir al espacio. Ese día no dejo de hablar. Era como si el chico, reservado y tímido de la noche anterior hubiera desaparecido. Yo le conté sobre mi y el parecía fascinado. En la sexta noche que hablamos me asuste demasiado. Mientras platicábamos comenzó a temblar. Yo le pregunte si tenia frío o que si sentía mal. El dijo que era por que tenía hambre. Yo lo invite a cenar pero el se negó. Comenzó a preguntarme sobre mis sueños, sobre lo que quería hacer con mi vida, a donde quería llegar. Entre cada pregunta y cada respuesta sus temblores se hacían más fuertes. De repente cayo al suelo y comenzó como a convulsionarse. Yo me asuste y me dijo que me fuera, que me fuera y que no volviera más. Yo me sentí triste. Y comencé a correr rápidamente. No quería dejarlo solo pero sus palabras me hicieron mucho daño, en mi vida la gente siempre me pedía que la dejara, que no podía estar conmigo, que me fuera. Aquella noche corrí, corrí y corrí. Nada podía detenerme. Al día siguiente, su imagen no pudo borrarse de mi mente. Sabía que debía buscarlo pero no sabía donde. Las horas pasaron lentamente mientras veía mi reloj. Al dar las 8, salí corriendo de la oficina. Llegue al árbol y lo llame. Necesitaba verlo y pedirle perdón por abandonarlo. El nunca contesto. Aquella noche la pase en el parque. Cuando desperté pude sentir que algo me abrazaba. Gire  un poco y lo vi, ahí, abrazándome. Me sentí feliz por un momento, pero también algo confusa. Como pude me zafe de el y me levante. El abrió sus ojos inmediatamente. Aun era oscuro. Corrió hacia el árbol y lo escalo con gran velocidad. Yo me sorprendí pero no pregunte nada. El me pidió perdón por dejarme solo y prometió nunca hacerlo de nuevo. Aunque sabia que el no podía, se enamoro de mi y debo confesar que yo de el. Verlo cada día para mi era como volver a nacer. Paso un mes en el que todas las tarde noche la pase con el. Había olvidado a mis amigos y a todo el mundo con tal de estar con el. Pero fue hasta que yo intente besarlo que lo descubrí. El me beso y pude sentir como algo frío rozo mi labio. Me sobresalte pero lo seguí besando. Era como algo que fuera de lo normal. Esos labios, ese beso. De repente abrí los ojos y pude verlo. Sus ojos estaban llenos de deseo. Me asuste un poco y lo aleje. El me tomo de los hombros y me dijo que no volviera hacer eso. Que tal vez podría perder el control. En aquel momento no entendí lo que pasaba pero para que nada se estropeara deje de intentarlo. Platica, platicamos y platicamos hasta la hora que tuve que irme. El me dio un beso en la frente y me fui de ahí. Cuando llegue al final de parque e intente cruzar la calle. Paso lo que todos saben. No se como fue, lo único que recuerdo fue verlo a el sobre una persona hundiendo su boca en su cuello. Como pude me levante, el golpe no había sido tan duro para fracturarme. Le toque el hombre y fue cuando lo entendí. El no era algo normal. El era un vampiro…..

-Y si era un vampiro porque murió? –dijo en todo escéptico-

- En sus ojos la culpa, la pena, todo, todos los sentimientos los ocuparon. Vi sus labios tenían sangre. Me miro detenidamente. Yo apenas podía parpadear. De repente un hombre salio de la nada y le clavo por la espalda un puñal. El solo pudo gritar mi nombre antes de morir. Yo corrí a sostenerlo y fue cuando trata de quitarle el puñal de la espalda cuando llego la policía y me vio ahí, ensangrentada. Lo demás usted lo sabe bien. Después del juicio termine aquí.

-Y si sigues contando esa historia seguirás aquí. Los vampiros no existen Penélope, no existen!!!

-Pero………..

 Sus ojos se fueron apartando de mi y salio de la oficina. De repente mi mano comenzó a punzar, lo había olvidado una inmensa herida estaba ahí. Grite y una enfermera corrió a ayudarme. Después de ahí no supe mas. Pero nada había cambiado hoy y como todos los días la misma historia se repite. Yo hablo, el escucha y permanezco ahí. Ahí, en ese loquero de infernó que llaman sanatorio. Ahí donde el no esta para alumbrarme. Ahí donde permaneceré toda mi vida por creer en algo que para el mundo es efecto de mi imaginación y que para mi es lo mas real que he tenido en la vida. Ese chico de ojos esmeralda que dio la vida por mí. Y por el cual cada día de mi vida me hare escuchar la misma pregunta….

 -Hoy si me dirás la verdad? –Dijo el doctor-

 

FIN………..


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The Only Fault - Rachael Yamagata 

1 comentarios:

Mafie* dijo...

Tristemente, vivimos en un mundo tan escéptico. Obviamente jamás he estado en la misma situación, hahaha, pero sí se lo que se siente que crean que alucinas, o que lo soñaste, o que no estas diciendo la verdad. Y eso sí que es frustrante.

Lo gracioso aquí, es que nunca me imaginé que fuera un vampiro hasta que lo dijiste, no sé, pensé cualquier otra cosa. Pero estuvo bastante bieen! muy muy bien :B ya te extrañaba por aca!

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