Piano Concerto No. 2, I. Moderato

Hoy escuchas una de esas melodías que te hacen recordarlo, lo vez ahí sentado frente a su piano leyendo, cambiando y alterando partituras que solo tu y el mundo saben que  son perfectas, porque para el aun no funcionan. Aquella imagen es como si una película estuviera proyectándose en la pared de tu sala. Lo vez mover las manos sin despegar su mirada de las partituras. Crees saber lo que piensa “Esto es basura”. El siempre ha buscado la perfección. Hasta el ultimo detalle para el es importante.

 Has perdido la cuenta de las veces que el a repetido ese compás. Crees haberlo escuchado por lo menos cien veces. Te hartas y dejas de ponerle atención, pero por mas que te alejas de el no puedes dejar de escucharlo y entonces tu mente se remonta a los viejos tiempos, donde todo era igual. Ries de pensar en lo monotonía de la vida.

Te detienes y lo vuelves a observar, ahí va de nuevo esa goma y ese lápiz contra la ya gastada partitura. En tu mente haces una comparación del amor que vivieron y de lo gastada que esta ahora esa partitura. No puedes creer que el también trata de hacer que su amor fuera perfecto. Recuerdas como el gasto el tiempo buscando que cambiar y modificar para que todo fuese como el imagino y no como la vida se los daba.

 Abres los ojos y esa melodía sigue ahí. Esa melodía que el te dedico una noche donde por primera vez lo conociste de verdad. Aquella noche donde nada sobre ni nada falto. La noche donde todo fue perfecto, sin cambios, sin modificaciones. Recuerdas lo primero que dijo: “Esto es perfecto”. Cierras los ojos y tu mente te remonta a las pocas veces que escuchaste decir eso. De repente las imágenes recorren tu cabeza. Aquella noche llovía y la luz se había ido. Pero el amor que los única hacia que todo fuera único, especial PERFECTO. Vuelves a abrir tus ojos y te percatas que esa palabra se ha quedado marcada en tus recuerdos como un sinónimo de su nombre.

 Aquella noche el fue mas como tu y menos como el. De repente te pierdes en tus pensamientos y dejas de oír la música. Su voz se hace presente. “TE AMO” es lo único que puedes distinguir. Un escalofrío recorre tu cuerpo. Recuerdas como el trato de cambiar, pero nunca fue suficiente para lograrlo. El seguía en su piano negro desgarrando cada nota hasta que ya no dieran para mas. Modifico cada Sol, cada Fa. No importaba la hora, no importaba el lugar. De repente la música para y te das cuenta de que esta sola. Te cansaste de tu imperfección al lado de el. De no ser como tu imaginaste que fuera. Tu no eres alguien de horarios, reglas y partituras gastadas.

 Te levantas de tu asiento, caminas hacia el reproductor de música y piensas “Hoy y mañana seguiré escuchando esa melodía porque en mi, tu perfeccionismo quedo grabado”. Oprimes Repeat y sus labios, sus ojos, su sonrisa, todo viene a tu mente nuevamente con esas primeras notas que para el y para ti fue lo único perfecto de eso que un día llamaron amor.


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Inspirada en:

Piano Concerto No.2, I. Moderato - Sergei Rachmaninoff



1 comentarios:

Mafie* dijo...

Lo gracioso de todo, es que después de leer esto, inmediatamente suspiré XD en serio. Ah, me encanta. Es tan bonita esta mini mini historia, no sé. me pude ver en ella! jajajaja, bueno en mi propia forma, pero si...jajaja
genial genial!

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