-Esto siempre habia sido asi, gente sin rostro, gente que tiene un mundo real y uno digital. Y bueno debo admitir que asi habian sido los ultimos dos años de mi vida, la verdad yo nunca había creido en esto, pero a veces las circunstancias te obligan. Desde el divorcio de mis padres mi unico recurso para no volverme loca era esa modo de vida, ese que uno crea para no sentirse tan mal y olvidarse de su verdadera realidad.
Después del divorcio mi padre me regalo una computadora portátil para poder estar en contacto. El es de esos hombres que viaja mucho, nunca estaba con nosotras, siempre eran reuniones en Londres o conferencias en Canadá, juntas de trabajo en Chile y cierres de contrato en Japón. La verdad es que durante mi infancia y adolescencia la única imagen paterna era la de la foto en la repisa de la entrada de la casa. No recuerdo que fuera a ninguna graduación o a alguna cena familiar; el creía que podría auto sustituirse con regalos caros, pero la verdad es que ni viajar por todo el mundo me haría dejar de extrañar su compañía.
Por otro lado estaba mi madre, bueno……aunque en realidad no recuerdo bien de que lado porque para donde mirara nunca había nadie. La verdad es que creo que este es el trauma de la mayoría de los niños ricos. Con mi madre la comunicación era, bueno si a un Hola, me voy al Club, se le llama comunicación pues…..
Bueno, durante días no dormí por estar pegada a la computadora, era fascinante el mundo que hay en ese pequeño aparato, hoy puedes ser una francesa sexy y mañana una polaca viviendo en Asia. Era divertido, pero también adictivo.
En la escuela nunca fui social, creo que solo los profesores recordaban mi nombre, pero en aquel momento nada de eso me volvió afectar. Internet te ofrecía la diversidad necesaria de amigos y las historias mas increíbles para no resultar aburrida.
Un día, durante mis tardes de ocio un correo llego, recuerdo bien lo que decía “Hola! Me llamo Amelia, soy nueva en esto pero podríamos ser buenas amigas.” No se como o por que ella había dado con mi correo, pero imagine que seria divertido conocer a alguien nuevo. Acepte su petición y comenzamos a hablar, ella era de Madrid, había vivido ahí durante toda su vida y amaba tanto esa ciudad que no pensaba mudarse nunca. Durante semanas hablamos, yo le conté de mi padres, y ella de los suyos. Le habla de mi niñez, de mis decepciones y de los buenos momentos. Ella me hablo de su novio y del perro que tiene en casa, de que pensaba mudarse con su novio y estudiar artes. No había día que no platicáramos. Pero a veces cuando todo va bien suceden cosas que uno nunca entiende.
Hace un mes ella dejo de conectarse. Las primeras semanas supuse se había ido de vacaciones, aunque era extraño porque ella me contaba todo lo que hacia y planeaba hacer. A la tercera semana me preocupe. No se cuantos mensajes le mande pero ella nunca contesto. Hoy después de un mes recibí respuesta. “Hola! No se quien seas o como es que conoces a Amelia pero supongo eres una amiga de ella. Hace un mes tuvo un fuerte accidente en moto, y salio muy afectada. Todo este tiempo estuvo en el hospital pero hace un horas falleció……….” Después de leer esa ultima palabra rompí la carta y la tire a la basura. Aunque nunca nos conocimos ella se había convertido en mi mejor amiga. No sabía si su cabello era rubio o castaño, si lo tenía largo o corto. No sabia si su rostro era fino, como de ángel o simplemente era una mortal. Nunca supe si era alta o bajita, si tenia pecas o usaba lentes. Y bueno la verdad es que nunca lo sabre, nunca podremos caminar por las calles de España, tomar un café o ir al cine, pero ella era mi amiga y ya no esta, ahora solo queda el recuerdo de los buenos momentos y mis ganas de llorar.
1 comentarios:
D: Triste y cierto. Hay veces que uno se puede enecariñar con personas que realmente ni conoce, yo no lo he vivido, pero una amiga muy cercana si lo vivió...
en fiiin, aaaaah como amo leer todas y cada una de las cosas que escribes! muy buena historia ale! :D
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