4.Killing Lies.

Colgué el teléfono casi temblando. Y me quedé un rato con Adam, sin hablar de absolutamente nada. Los dos teníamos muchas cosas en la cabeza. Para mi, simplemente eso había sido demasiado. Mi corazón estaba acelerado, mi cabeza quería explotar, y no sabia realmente qué pensar. Tenía miedo de lo que Audrey pudiera pensar después de esa llamada.

-Lo mejor será que yo tome un taxi. Después puedes traer las maletas...-le dije, sin más. Le di un beso en las mejilla, y él por fin volteó a verme.
-Tal vez deberías aceptar ese anillo, Audrey. Sería demasiada coincidencia que le dijeras que no a Peter, cuando de seguro Sam empieza a sacar sus conclusiones...tenemos que ser más cautelosos con todo esto...se está saliendo de nuestras manos...-dijo, con las manos en el rostro y no quise contestar nada. Caminé hacia la calle, y tomé el primer taxi que vi.


Ya no quería pensar en nada de eso. Obviamente, eso resultaba imposible. Llegué a casa de Peter, y estaba llena de regalos y flores. Mi culpabilidad estaba al tope, en cuanto lo vi recibirme con tanta dulzura. Jamás pensé que me recibiría así.

-Te he extrañado tanto, tanto, tanto!-me dijo, y me llenó de besos. Me abrazó, y empezó a contarme de cosas que simplemente no oía ya. Su voz y lo que ocurría estaba en segundo plano para mi. Me jaló hacia el comedor, y me enseñó todas las cajas de regalos, y literalmente me la pasé toda la tarde abriéndolos con él, mientras miraba su cara de niño contento cada vez que sacaba algo de las cajas. Yo sonreía como idiota, y miraba más allá de sus ojos. Me sentí horrible.


La noche llegó, y me preparé para la cena. Me puse un vestido rojo que había comprado justo para la ocasión, y mientras me arreglaba miraba el brazalete que me había dado Adam.
-Y eso? quién te lo regaló? nunca lo había visto...-preguntó Peter, de súbito. Había entrado en la habitación sin que me diera cuenta, y se había sentado en la cama.
-Ah...no es nada, regalo de una amiga...-le dije, riendo nerviosamente.
-Vaya, esa amiga debe quererte mucho...la conozco?-me preguntó, y me quedé mirándolo como tonta. Reaccioné,y me solté a reír.
-No es importante, amor...mejor ayudame a ponerme este collar...-dije, parandome de la silla, para que él pudiera abrochármelo. El solo sentir sus manos en mi cuello hizo que mi piel se erizara. Se acercó a mi, y sentí sus labios en mi espalda, cerré los ojos, y las piernas comenzaron a temblarme.

Justo en el momento, pude ver por la ventana que Adam y Sam habían llegado. Ya había gente abajo, y yo ya tenía que estar lista. Peter bajó y los hizo pasar. Bajé, y saludé a unos amigos de Peter, y los pude ver en la puerta. Sam camino unos pasos hacia mi dirección y Adam la detuvo para besarla.

Por poco tiré la copa que traía en la mano. Apreté los puños, y Sam se acercó hacia mi. Platicamos un poco y mi celular sonó. Salí hacia la terraza, y pude ver a Adam. Me acerqué a él furiosa.
-Qué diablos fue eso, Adam?...no que ya ibas a terminar con ella?...-le pregunté cruzando los brazos.
-Sé que te dije eso, pero entiende que no es tan fácil...-me dijo, excusándose. Me sentí patética.
-¿Porque rayos iba a ser tan dificil? es solo botarla y ya!-le grité.
-No, ya te lo he dicho...yo la amo.-contestó, y me quedé helada.
-Pero, que hay de nosotros?!-le pregunté, con las lágrimas a punto de salir.
-En serio, creo que esto tiene que acabar ahora. Estoy seguro que ni tú quieres lastimar a Peter, y yo no quiero lastimar a Sam...No me mal interpretes, yo te quiero...-me dijo, como intentando enmendar lo que había dicho.
-Claro, claro...no puedo creer que haya sido tan estúpida...-le dije, y las lágrimas no tardaron en salir. Adam tomó mi barbilla, y me obligó a mirarlo. Se acercó a mi, y me besó.
-No podemos seguir con esto. No así...-me contestó. Negué con la cabeza, y me fui de la terraza para encontrarme cara a cara con Sam, que no se veía nada contenta.
-Espero que tengas una muy buena explicación para esto, Audrey...-me dijo, con los brazos cruzados. Pero todo fue interrumpido por Peter, que estaba al inicio de la escalera.
-Pido su atención por favor, para hacerles un anuncio muy importante...La razón de que todos estén aquí, se debe a que quiero dar un gran paso en mi vida, con una persona maravillosa. Creo que ya saben de quién hablo...Audrey, podrías venir aquí, por favor?-preguntó. Y miré a Sam, completamente disgustada. Me tomó del brazo lastimándome, y me empujó hacia el frente.
-Anda. Atrévete a ir con tu dulce noviecito. Seguro tienes el valor para plantarte frente a él...-me dijo, y volteé a verla con desdén. Me estaba partiendo en pedazos por dentro. La vergüenza me carcomía. Quería morirme. Me acerqué con pasos débiles hacia él, que me miraba desconcertado. Yo seguí llorando, y la gente me miraba con ternura, como pensando que lloraba de felicidad.
-Audrey, quieres casarte conmigo?...-me preguntó. Y miré a mi alrededor. Todos me miraban, y yo solo podía sentir la mirada penetrante de Sam, y la cara de culpabilidad de Adam. El mundo se congeló. Y de pronto todo se tornó oscuro. Ya no estaba respirando. Lo único que supe, es que estaba tomando a Peter del brazo, para no caer inmediatamente al suelo.

1 comentarios:

Alejandra dijo...

OMG!! Enserio....esto cada vez se pone mejor!! Me pregunto que postearas ahora!! Esto me esta encantando!! Ahora que sucederá!! Ahhhh espero con ansias tu nueva parte!! Como dices, que ambos tengamos ideas diferentes hace que esto se haga tan interesante!!
Yupi Mafie!!
We are the best!!

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