3. Put a smile upon your face.

Las cosas empezaban a tornarse peor de lo que ya eran, toda la semana había ansiado que llegara el viernes para poder hablar con Audrey y que me aconsejara que hacer, ella había sido mi mejor amiga y era en la única que podría confiar. Pero no sabia si debía contarle antes o después de la fiesta, la sorpresa que Peter le tenia preparada no podía arruinarla yo con mis problemas.

-Sam tenemos que hablar. -no dije nada- No podemos seguir así. Es estúpido! Me voy, tengo que ir a recoger a tu amiga. -dijo saliendo de la casa-

A veces creía que la mejor forma de salir de esto era dejando a Adam, tal vez así ambos dejaríamos de hacernos la vida imposible el uno al otro, pero por algún motivo no podía dejarlo. Así paso la semana, una semana en la que Adam y yo no hablamos. Yo no quería hablarle, me sentía traicionada. Pero era momento de poner buena cara y fingir como siempre que todo va bien. No podía arruinar la fiesta de Audrey.

-Hola Audrey! ya llegaste a Amsterdam?...Peter le pidió de favor a Adam que fuera a recogerte al aeropuerto, ya llego? ya sabes lo impuntual que puede ser...-dije tratando de superar el mal trago de la mañana.

-Ehmm...sii..ya llegué...de hecho ya pasó por mi y vamos camino a casa de Peter...

-Quién diablos es? ya cuelga maldita sea...estábamos bastante bien...-se escucho la voz de un hombre.

-Ese era Adam?...-pregunte, aquella voz era extremadamente parecida a la voz de Adam.

-Ammm...noo...no era él. Es un chico cerca de aquí, Adam está metiendo mis maletas al auto...-dijo Audrey.

-Ah...bueno...

-Bien, Sam! nos vemos en un rato, no?...

-Si, claro...nos vemos...-dije un poco aturdida.

Por un momento no supe que mas decir.....escuchar aquella voz me hizo perder la concentración. Pero aquello no podía ser, Audrey era mi mejor amiga y no podría hacerme nunca algo que me lastimara. La había conocido apenas llegue a Inglaterra, mi primer parada fue en Londres y coincidimos mientras yo buscaba un trabajo. Ella me ayudo con mi búsqueda de trabajo, casa y todo lo que pudo, por años fuimos inseparables, ella me contaba todo y viceversa. Era la mejor amiga que había tenido. Recuerdo perfectamente como ella me ha ayudado con todo esto de Adam aun así fueran las 2 de la mañana ella estaba ahí para apoyarme. De la nada sonó el teléfono, era Peter.

-Sam?

-Peter, hola!! Como estas?

-Bien y tu?

-Yo bien, que paso?

-No sabes si ya llego Audrey?

-He tratado de comunicarme con ella y su cel no funciona, le marco a Adam y es lo mismo.

-Yo acabo de hablar con ella hace un momento y me dijo que ya estaba juntos que ya iba para tu casa, han de haber estado bajo un puente cuando marcaste. Por que no vuelves a intentar?...O quieres que yo le marque y le diga que te llame?

-No, no, no......si tu ya hablaste con ellos y ya van para la casa es mejor que me apure, a que hora llegaras? Mmmm no se, quedamos que antes de las 8 no?

-Si, si.....Audrey y yo tenemos mucho de que hablar.

-Entonces le dirás lo del anillo?

-No, eso es hasta la fiesta.

-Wow! Que emoción. Harán una hermosa pareja. Pero bueno te dejo, se que tienes muchas cosas que hacer!

-Si, esta bien. Nos vemos al rato.

-Adiós!!

No podría dejar de hacerlo, pero era inevitable comparar la relación de Audrey y Peter con la mía y Adam. Eramos tan opuestos ahora. Audrey y Peter son el uno para el otro. Se aman y hasta cierto punto podría asegurar que uno no podría vivir sin el otro. Ojalá Adam y yo no hubiéramos echado a perder todo esto. Pero, por mucho tiempo que pasara creo que nunca podría entender realmente como fue que matamos todo esto. Tenia que salir de la casa, ir al parque a caminar me haría bien. Tenia que despejar mi mente de todo y pensar que era lo que iba a hacer con mi vida. Salí de la casa, tome la camioneta y comencé a manejar. Maneje varias cuadras hasta llegar al parque donde Adam me había propuesto matrimonio. Aun lo recordaba perfectamente, el había vuelto de se viaje a Paris y me había dicho que no lo fuera a recoger al aeropuerto que mejor fuera a aquel parque y que ahí lo esperara, en la banca frente al lago. Seguí las instrucciones al pie de la letra. Aquello resultaba fascinante para mi. Aquella noche el cielo nos regalo el cielo mas hermoso de toda mi vida. Llegue a las 8 de la noche y una fila de luces me indicaba el camino. Cerca del lago aquella banca esperaba frente a un mesa improvisada con velas y una cubeta con una botella de champagne. Me quede ahí sentada, no lo veía por ningún lado. De la nada el apareció, nos miramos a los ojos y fue en ese momento que de por hecho que seria el hombre con el que pasaría el resto de mi vida. Platicamos un rato de su viaje, de como me haba extrañado y cosas triviales....hasta que dieron las 12 de la noche y las campanas de la iglesia cerca sonaron cuando me lo pidió. -Casate conmigo Sam.-dijo el. Yo no podía creerlo, pero sin perder tiempo dije que si. Aquel fue el mejor momento de mi vida. Pero ahora todo se veía ensombrecido, al bajar de la camioneta a lo lejos logre ver la de Adam, me sentí confundida, pero por alguna razón mi corazón empezó a latir rápidamente dandome falsas esperanzas, habría ido Adam a pensar en nosotros y tratar de averiguar como yo, en que fallamos, tal vez solo era un bache, un bache que por mas grande que fuera podríamos superar.

Corrí por el sendero que daba hacia el lago, a lo lejos se podían ver dos personas besando efusivamente, me pregunte quien estaría ahí, y si ellos estaban ahí donde estaba Adam, este no era un parque muy grande como para no verlo. Me acerque poco a poco, de repente pude verlo, era el, era Adam, no podía equivocarme. Pero estaba con ella, con la otra, no podía creerlo, no podría estar pasando esto. Como se había atrevido, ahora no había forma de que lo negara. Camine rápidamente, y logre llegar hasta ellos....

-Adam!! -grite-

Lo que vi después fue algo que nunca imagine que sucederia.