Son las 7:30 de la mañana y por mucho que quisiera seguir dormida, no puedo. La emoción me ha tenido despierta desde hace casi 2 horas. En media hora más estaré frente a él, después de casi 1 mes de no verlo.
Me he arreglado diferente hoy. Siempre dice que no es necesario qué me ponga mientras yo esté ahí para recibirlo, e intento hacerle caso, pero no me puedo quitar de la cabeza el verme bien cuando me vea.
A veces creo que soy patética. He estado hablando con él casi diario, y siento realmente como si no lo hubiese visto en años. Me pongo nerviosa solo de pensar que lo veré en tan poco tiempo, y es que las llamadas no se comparan a tenerlo conmigo, el sentir su mirada en mi, cuando el cree que no me doy cuenta...siempre sonríe para si mismo mientras me observa, y yo me hago la tonta, como si no supiera. Son detalles mínimos, pero que para mi, significan todo.
Salgo de la casa, y me subo a su camioneta. Se lo mucho que le gusta ser él, el que maneja de regreso, aunque yo siempre le insisto en manejar yo, excusando que él debe estar suficientemente cansado para hacerlo, pero siempre niega con la cabeza, y me da un beso.
El tráfico está más pesado de lo que creí. Si antes estaba nerviosa, ahora lo estoy al doble. Detesto estar tarde por él. No se me hace justo que tenga que esperarme, después de un viaje tan largo. Respiro hondo y le subo a la música, solo eso me detiene de volverme completamente loca. Finalmente los autos comienzan a avanzar, piso el acelerador, y automáticamente recuerdo sus palabras.
"Manejas demasiado rápido para ser una chica!, me encanta!, pero no quiero que te mates un día de estos...prefiero que llegues tarde, pero segura..."-me dijo una vez, y lo tomé como a regaño. Ahora lo tomaba como un consejo bastante sabio. Pero ya quiero llegar, quiero darle el abrazo más grande de toda mi vida, inhalar su cuello y decirle lo mucho que lo extrañé. No quiero nada más que eso en el momento.
Por fin llego al aeropuerto y me meto al estacionamiento. Con prisa busco un lugar disponible, y cuando lo encuentro me estaciono lo más rápido que puedo, bajo de la camioneta y literalmente corro hacia la sala de llegadas internacionales. Si mis cuentas no me fallaban, él ya debería estar llegando...
Intento calmarme, y caminar más despacio. En cambio mi corazón late con tanta fuerza que estoy segura de que se me va a salir del pecho, veo a la gente salir por aquella puerta, y en cuanto menos me lo espero está ahí. Me rio pensando lo típico que es para él traer sus aviators negros y su chamarra negra, su pelo luce perfecto, y por dentro me derrito. Las piernas comienzan a fallarme y me siento casi como la primera vez que lo vi. Comienza a buscarme con la mirada, dejo que mire para un lado y para otro hasta que eventualmente sus ojos se encuentran con los mios. Sonríe.
Mataría por esa sonrisa, de eso no hay duda.
Camina hacia mi, y literalmente bota su equipaje a un lado, la guitarra se queda en el suelo, y extiende sus brazos hacia mi, y yo casi desesperadamente me acerco para aferrarme a ellos. Cierro los ojos, y de nuevo todo parece perfecto.
-No sabes desde hace cuanto espero esto...-dice él, riéndose, mientras me abraza con fuerza, poco a poco alzo la mirada, y nos besamos.
Caminamos mano en mano hacia el estacionamiento sin decir nada. Ocasionalmente me aprieta la palma de la mano, y alza las cejas. Me rio. Generalmente siempre que estaba con él encontraba cualquier motivo para sonreír.
Después de un tiempo llegamos a la casa, ni siquiera se molesta en bajar sus cosas,lo único que hace es apresurarse a abrir la puerta, y en cuanto lo hace, se queda parado y respira hondo.
-Estoy en casa!!-grita, dramáticamente, y lo empujo de forma juguetona hacia adentro. Se voltea a verme, y se ríe.
-Ah, quieres jugar no?-me pregunta, alzando una ceja. Me tapo la boca y lo último que se, es que me corretea por toda la casa, yo intento correr esquivando los muebles, la mesa, el florero del recibidor, hasta que quedé en una orilla de la sala, donde ya no podía correr más. Me mira y se ríe maliciosamente, mientras tanto yo sigo haciendome para atrás hasta chocar con la pared. Estoy atrapada, y honestamente no es como si quisiera escapar.
-Perdiste...-dice, acercandose tanto a mi, que ya no hay espacio alguno entre los dos. Me toma de las manos,le sonrío nerviosamente y me besa, mientras mi mente solo piensa en lo bien que se sienten sus labios contra los mios. Pronto, me quedo sin aire, y rompo el beso, me quedo mirando sus ojos y me pregunto qué fue lo que hice para merecer tanto.
-Prometeme que me acompañarás la próxima vez, odio estar tan lejos de ti...-me dice, y asiento con la cabeza.
-Lo prometo!-le contesto, y lo atraigo de nuevo hacia mi para abrazarlo.
2 comentarios:
awwww mafie!!!! q tierna es tu historia la ame en verdad
es tann mafe y no se me encnat q pienso q soy mafie cuando la leo y y aahhhh demonios eres genial1!!!!! 1000/1000
Mafie tu historia es lo maximo, jajajaja en serio tu no tienes que cambiar nada....esto es lo que nos hace diferentes y unicas.
Amo como escribes, y como dice Val esto es tan tuyo!!
Jajajaja tu y Brian harian una hermosa pareja.....ahi los vere en mi prox historia jajaja.....
QUE BONITO!!!
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