Unforgettable Fire.

-Creo que se te olvidó que me habías dado una llave de tu apartamento...-dijiste, y volteé sorprendida al verte en el marco de la puerta de mi habitación. Te reíste, y te fuiste a sentar a lado de mi en la cama. Me aparté, y me paré de la cama. Crucé los brazos y me quedé mirándote seriamente.

-Bueno, en realidad yo creí que estarías feliz de verme, no?...digo, después de todo este tiempo de no vernos...-Me contestaste, y no pude evitar más que soltar una risa sarcástica.

-No me lo tomes a mal, pero...no pensabas que te iba a recibir con los brazos abiertos, o sí?...después de todo, creo que dejaste las cosas muy claras cuando te fuiste...-te contesté intentando ser fuerte.

-Woah! has cambiado!...estaba casi seguro de que de haber sido otros tiempos, ya me habrías besado, y ni siquiera hubiera cabido una conversación como esta...-volviste a reírte. Reías, y yo seguía con la misma cara. Ciertamente había cambiado. El haberme separado de ti, de alguna forma me ayudó a ser más independiente, y a ser más precavida. Me había deslumbrado completamente contigo y con la persona que parecías ser. Tenía muy poca, o...corrigo, NULA experiencia en el amor, y en cuanto apareciste te creí casi perfecto. Ahora, tenía frente a mi, un retrato de todo lo que yo alguna vez creí que representabas.

-Claro que he cambiado,James. Ahora se elegir mejor lo que me conviene...-te dije, y te sonreí. Me hice la loca y volteé a la ventana como si existiese algo más interesante afuera que ahí dentro, donde sucedía una confrontación que ya no creía que sucedería.

-Y bueno, ¿cómo te ha ido? ¿Cuantos novios, amigovios, frees,esposos has tenido después de mi? Apuesto a que un par...si no es que más. No te gusta estar sola, no duermes bien en la soledad de tu enórme cama King Size...-me preguntaste, casi como retandome. No entendía a dónde querías llegar con todo esto. Y los nervios comenzaron a comerme entera. A pesar del tiempo, seguías conociendome casi a la perfección. Y ah! es que tenías toda la razón.

-Me ha ido bien...bastante bien hasta ahora...la verdad no creo que sea lo mejor contarte sobre mi vida personal a ti. No me siento cómoda, realmente...-te contesté, excusandome.

-Ah entonces no has salido con nadie en todo este tiempo?-dijiste, instantáneamente.

-Claro...creeme, podrás ser unico, pero no irremplazable...-te dije, y pareció haberte dolido un poco porque tu semblante cambió. Yo en cambio, reía.

-Y bueno, mejor ni te pregunto a ti, de seguro hubo muchísimas más después de mi, no lo dudo ni tantito...-te dije, y me senté en una silla frente a ti. De pronto, me mostraba interesada en lo que habías hecho en todo este tiempo.

-Jaa! claro! Megan, Judy, Gabrielle, Stacy, Katie, Anna, Sophie...-dijiste, enlistando nombres de mujeres como si fuera poca cosa. Te puse la mano en la boca, y te quedaste callado.

-Ehmm...digamos que eso fue demasiada información...mejor dime, qué has hecho de ti en todo este tiempo?-te pregunté intentando desviarte de ese tema.

-Bueno, trabajo en una casa editora de libros, y la verdad la paga es bastante buena...he estado viajando por algunos meses, y bueno...ahora que llegué a Inglaterra, me dije..."Hey! por qué no ir a visitar a mi chica Lucy?" y ahora heme aquí...No te imaginas las cosas que te compré. Las dejé en la sala...yo creo que deberías ir a verlas...-dijiste, emocionado, pero te paré en seco.

-Hey hey hey! espera. Espera un momento, creíste que podías pasar por aquí, casualmente, y que yo me comportaría como si nada? en serio estas muy equivocado. Perdóname por ser tan grosera...pero estaría completamente fuera de mi cabeza si yo dejara que esto sucediera así sin más. Lo mejor será que te marches a donde sea que te estés quedando, te tomes una ducha y te pongas a pensar las cosas realmente...-te dije, y de nuevo tu semblante cambió.

Me miraste con tu carita de niño triste y de pronto me sentí culpable como nunca en muchísimo tiempo, fue como si hubiese hecho algo realmente algo malo. Me sentía como la peor persona del mundo, y lo único que supe es que tú ya estabas camino a la puerta de salida. Reaccioné y tú habías desaparecido.

Me paré de la silla y salí a la sala. Las cajas de los regalos estaban por todos los sillones, y yo? Quedé como una grosera de lo peor. Tal vez, lo que hice no era necesario...o si?

Quería ser clara contigo desde el principio. Tenía miedo de que pensaras que de nuevo podías venir a hacerme a tu antojo, y tal vez por ese mismo motivo había sido tan cortante.

Sabía perfectamente que el amor no es fácil, y sacarte a una persona de la cabeza mucho menos, pero...por qué tenía todo que ser el triple de complicado cuando se trataba de ti?.

Me senté en el suelo de la sala y abrí los paquetes uno a uno. Libros, ropa, y una veintena de cosas más empezaron a llenar mi sala, y lo gracioso es que todo me había encantado. Me conocías bastante bien...no había duda. Pero eso comenzaba a asustarme, por que si tan bien me conocías, sabrías cómo y qué hacer para ganarme de nuevo. De lo que si estaba segura, era que no te iba a dejar ganar tan fácil. Rompiste mi corazón una vez, y no iba a dejar que lo hicieras de nuevo. Simplemente no lo soportaría esta vez.