Eres el veneno que me prohibieron tomar. Eres la muerte que siempre soñé saborear. Eres la noche y la luz de este corazón que no deja de palpitar. Eres mi mayor miedo en cada despertar. Recuerdo como mi hermana me lo advirtió, si jugaba con fuego me podía quemar, pero por ti valía la pena, aunque perdiera, en ese juego entrar.
El día que llegaste fue como si el mundo dejara de girar, al ver tu sonrisa malévola y tus ojos de ángel se me olvido respirar, quise decirlo todo pero al final no pude decir nada. Pasaste a un lado y me miraste por milésimas de segundos para después darme la espalda y dejarme como la mortal que era, pero sabia que eso no se podía quedar así, seria alguien en tu vida aunque en eso se fuera a la mía.
Por mucho tiempo te mire desde lejos, pensé que aprendiendo tus movimientos sabría como jugar mis cartas con acierto. Pero todo era en vano, cada día eras alguien diferente, un día te vi con una chica, parecían arder como el fuego, por segundos creí haberte perdido, pero tras un beso, volviste a ser mío. Jugaste con su corazón y luego la dejaste ir, quizá así serían las cosas contigo, quizá sólo jugarías conmigo y luego me dejarías ante un futuro incierto.
Cuando llego la oportunidad la tome, como decía mi padre, habría que tomar al toro por los cuernos. Te sentaste en mi mesa, pediste un whisky y me sonreíste, comenzaste a hablar conmigo, aunque tal parecía que hablabas contigo mismo. Después de varios whisky dejaste ver tus intenciones, pusiste tu mano en mi pierna y comenzaste a acariciarme. Sabia que tenia que parar si no quería salir lastimada, pero había esperado tanto tiempo por ese momento, que mis pasiones por ti, me permitieron seguir.
Sabia perfectamente lo que le esperaba a chicas como a mi, me acariciarías la cara, me mirarías a los ojos y después de entrar en mi, me darías un beso. Después te levantarías de la mesa dejándome ahí como si nada pasara, saldrías por la puerta y nunca más me volverías a dirigir la palabra. Pero por algún motivo no fue así. Te acercaste a mi y en voz baja como si fuera en secreto me lo confesaste, me habías observado desde hacia varias noches, la chica solitaria de la mesa del fondo. Te intrigaba sabe que esperaba, tomaste mi rostro entre tus manos y me besaste, el tiempo se detuvo, era mejor de lo que esperaba. Era como estar en el cielo pero arder en el infierno. Te alejaste, me miraste y de tus labios escuche lo que siempre espere, pero nunca imagine: También te estaba esperando.
Fue como si el mundo se tambaleara y yo estuviera al borde el. No podía creer lo que me decías, me aleje por un momento y luego te mire, busque una respuesta sensata en tu mirada y la encontré, decías la verdad, de alguna forma la decías. En un arrebato te bese, tu no te opusiste. Salimos del lugar y subimos a tu coche, no podíamos parar, me dijiste que habías soñado muchas veces este momento. Me sentí realizada, pese a los pronósticos del mundo yo había ganado, te tenía ahí para mi y eso era más de lo que podía pedir. Llegamos hasta un hotel y subimos hasta tu habitación, nos besamos todo el camino en el elevador. Sabia que cualquier cosa podría pasar, pero a tu lado el mundo podía esperar.
Las puertas del elevador se abrieron y fue como si el mundo se colapsara, mi hermana estaba ahí, frente a nosotros, tu te alejaste de mi y soltaste mi mano, en su rostro una sonrisa se dibujo: Te lo advertí, me dijo. No entendía lo que estaba sucediendo hasta que diste un paso y te paraste a un lado de ella, tomaste su mano y me miraste, sonreíste, dieron media vuelta y me dejaron como la mortal que era. Mis piernas se colapsaron y el suelo conoció mi pena, habías jugado conmigo y ella lo supo desde un principio. Me creaste un mundo en una noche y en segundos lo dejaste en la nada. Aquella noche estaba preparada para todo, menos para eso.
Han pasado unas semanas y es ahora a ella a la que has dejado, te vas del país, te vas de nuestras vidas, dejando un profunda herida en una familia. Si juegas con fuego te puedes quemar, me dijo una vez, pero lo que nunca supo fue que esas llamas también la podían alcanzar. Fuiste el veneno que me prohibieron tomar, fuiste la muerte que siempre soñé saborear, fuiste la noche y la luz de ese corazón que no deja de palpitar, fuiste el amor de mi vida y mi peor pesadilla.
FIN
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Bueno, hoy como que no quería hacer tarea y me salió esta historia...a ver que les parece. :D
1 comentarios:
Un final abrupto, pero honestamente lo amé. Y ni hablar de las frases con las que empiezas y terminas...me mataron. *_____*
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